Conte amenaza con dimitir si los partidos no son leales al Gobierno italiano
El primer ministro italiano pide a Salvini que no obstaculice las negociones con Bruselas
La inestabilidad política de Italia podría cobrarse la cabeza del primer ministro italiano, Giuseppe Conte. El político italiano mandó ayer un ultimátum a las fuerzas políticas que integran el Ejecutivo, el Movimiento 5 Estrellas (M5S) y la Liga, y avisó de que si no se comportan con lealtad y colaboran presentará su dimisión.
“Las fuerzas políticas tienen que ser conscientes de sus responsabilidades. Si no asumen claramente su responsabilidad y los compromisos no son coherentes, pondré mi cargo en manos del presidente de la República”, afirmó. Las declaraciones de Conte se producen después de dos semanas en las que la tensión política ha experimentado un fuerte repunte, más aún después de que las elecciones europeas del 26 de mayo invirtieran el poder dentro del Gobierno. El partido de ultraderecha que dirige Matteo Salvini fue el gran ganador de los comicios, con el 34,3% de los votos. Por contra, el M5S, de Luigi di Maio, sufrió una fuerte caída pasando del 32,5% obtenido en las generales de 2018 al 17,1%.
En un momento en el que Bruselas amenaza a Italia con un expediente disciplinario por su abultada deuda, Conte aprovechó su intervención para lanzar un mensaje a Salvini, eso sí, sin mencionarlo. “Si el ministro de Economía (Giovanni Tria) y el primer ministro están dialogando con las instituciones europeas para evitar un procedimiento de infracción, los ministros italianos no pueden intervenir con provocaciones y generando polémica”, afirmó Conte. Se trata de una clara alusión a la actitud mantenida en los últimos días por Salvini que ha aprovechado para calentar los ánimos de la población con el aviso mandado por la Comisión a Roma.
Conte adelantó que el Gobierno se enfrenta en los próximos meses a la elaboración de los Presupuestos para 2020 y aseguró que “serán complicados”, porque tendrán que incluir “una revisión del gasto”, mientras se intenta cumplir la promesa de “no aumentar el IVA”. Entre los retos de Italia están la aprobación de una reforma fiscal, que tiene que ir acompañada de herramientas de lucha contra la evasión y el diseño de un plan que fomente la contratación.