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Vidrala crece con la diversificación y con la guerra al plástico

El grupo impulsa la venta de vino a granel en Reino Unido a través de su filial Encirc

Fábrica de Vidrala en Llodio (Álava), donde trabajan 400 operarios.
Fábrica de Vidrala en Llodio (Álava), donde trabajan 400 operarios.

Vidrala tiene buenas expectativas de negocio para el ejercicio en curso. El fabricante de envases de vidrio prevé un crecimiento de sus ventas entre el 3 % y el 5 %, lo que le llevaría a superar el volumen de facturación de 1.000 millones por primera vez en sus 53 años de historia. Para los beneficios, la estimación es de un aumento a “doble dígito”, que situaría sus resultados por encima de los 125 millones netos.

Esa evolución al alza responde a varios factores. El primero es el de la diversificación. El grupo que preside Carlos Delclaux ha aprovechado las posibilidades de sus instalaciones en Reino Unido para apostar por la importación de vino a granel para su posterior embotellado y comercialización en las islas. El todavía socio comunitario no produce este tipo de caldos y Vidrala los adquiere entre los productores del “nuevo mundo”, las bodegas de California, Australia, Sudáfrica y Latinoamérica.

Uno de los corredores logísticos que ha dinamizado la empresa alavesa parte del puerto australiano de Adelaida. Allí embarca el vino en un contenedor que luego llega a tierra en Inglaterra, en los muelles de Liverpool, cercanos a la planta de la filial Encirc en el Condado de Cheshire.

La participada británica cuenta en la zona con unos tanques de preservación en un almacén automatizado, así como de unas líneas de llenado de botellas. Estas instalaciones, las segundas con mayor capacidad de las islas, estaban infrautilizadas y Vidrala ha querido sacarles el máximo rendimiento.

Una vez embotellado, Vidrala lo comercializa a través de las redes de supermercados y tiendas de los grupos locales de distribución Sainsbury’s y Tesco, que tienen puntos de venta en todo el territorio de las islas. El beneficio de estas operaciones es mutuo, tanto para la compañía vasca como para las bodegas del “nuevo mundo”, como la chilena Concha y Toro. Estos elaboradores multiplican por diez la producción de vino de la Denominación de Origen Rioja (DOR) y acumulan grandes stocks de caldos por la capacidad de sus viñedos, así que están de acuerdo con la opción que les ofrece Vidrala de acceder al mercado del Reino Unido, uno de los cinco mayores consumidores de bebidas del mundo.

Sin producción propia, en las islas aumenta paulatinamente la demanda de vino de calidad media o baja, aunque la cerveza se mantiene como la oferta “estrella” en los pubs. La tormenta del Brexit no afecta a Vidrala, porque sus fábricas operan en libras esterlinas, tanto para los costes como para las ventas, y la producción de las islas se destina al mercado local. No hay exportaciones.

Con o sin esa crisis política, la empresa vasca hubiera adquirido Encirc, según su presidente. Es un mercado de gran consumo de bebidas, con un paro situado en el 3 %. Por otro lado, la “guerra contra el plástico” juega a favor de los envases de vidrio. Carlos Delclaux comenta que el consumidor tiene una mayor cultura sostenible y es más exigente en relación con los productos que incorporan envases que atentan contra el medioambiente.

“Todos tenemos en la retina las imágenes de océanos anegados de plásticos, que además tienen un reciclaje más complicado”, mientras que el vidrio puede reutilizarse una y otra vez, recuerda el directivo vasco. De hecho, es la materia prima que más utiliza Vidrala en sus hornos. En concreto, por encima del 50 % del total de este consumo industrial.

Delclaux ha destacado la mentalización de la sociedad vasca en relación con estos temas, puesto que es la comunidad autónoma que más recicla el vidrio, hasta un 90 % de los envases usados por hogares y establecimientos de hostelería.

Otras razones del crecimiento del negocio de Vidrala en 2019 responden a su alta capacidad de generación de caja. En 2019 prevé que crezca en un 18,4 %, hasta los 120 millones. Un factor que “da una estabilidad patrimonial” a la compañía, según Delclaux. Así puede destinar recursos a las inversiones (500 millones en el próximo lustro) y al dividendo, que ha aumentado un 15 % este año con cargo a los resultados del ejercicio anterior, cuando ganó 116 millones netos.

Durante 2019, Vidrala prevé que el margen del Ebitda (beneficio bruto de explotación) vuelva a superar el 25 % de las ventas. Con esa rentabilidad de los procesos y su generación de caja, el grupo consigue además reducir el pasivo. Este año prevé que la Deuda Financiera Neta (DFN) suponga 1,3 veces el Ebitda (esta paridad fue de 1,7 veces en 2018). El objetivo es cerrar el ejercicio con un pasivo de 340 millones.

Las dos terceras partes de las citadas inversiones de 500 millones irán a parar a las cuatro plantas del grupo en Reino Unido y Portugal (dos en cada mercado). En las islas tiene una en Inglaterra y otra en Irlanda del Norte, para reducir los costes logísticos.

Las dos del mercado luso están ubicadas en la localidad de Marinha Grande. Vidrala ampliará su capacidad para aumentar las exportaciones, ya que las dos terceras de la producción tienen por destino España y Francia. Además, en Portugal reforzará su red logística con una flota propia de medio centenar de camiones. La suma de la base fabril en Portugal y de las plantas de Laudio / Llodio, Caudete (Albacete) y Castellar del Vallés (Barcelona), han convertido a Vidrala en líder en envases de vidrio en la península ibérica.

Su estructura industrial alcanza las nueve fábricas. Además de las citadas, las de Italia y Bélgica. Todas operan a plena capacidad, algo clave para el equilibrio de costes en la industria de los envases de vidrio. El suministro de energía de las instalaciones, que incluye un alto recurso al gas natural, ya está pactado para todo el año, con tarifas cerradas hasta el próximo 31 de diciembre.

El 36 % de los ingresos de la corporación vasca proceden de la península ibérica y otro 33 % de Reino Unido. El centro de Laudio / Llodio tendrá que esperar su turno en relación con nuevas inversiones, previsto para 2021-2022 por los ciclos de renovación de las instalaciones.

En la planta vasca trabajan 400 operarios, y otros 150 en los servicios generales de la sede, anexa a la fábrica. La plantilla de la corporación alavesa alcanza los 3.750 empleados, la mayoría ubicados en Inglaterra e Irlanda. Carlos Delclaux explica que la mayor parte del consumo mundial de envases de vidrio se concentra en las grandes ciudades, donde han aumentado los hogares con solo una o dos personas, que demandan más envases y de menor tamaño.

La compra de empresas del sector no es una prioridad para Vidrala, que en los últimos años ha adquirido la citada Encirc, por estrategia de crecimiento, y la portuguesa Santos Barbosa, esta porque pudiera haber sido absorbida por un competidor.

El grupo celebró la semana pasada la junta de accionistas en su sede de Laudio / Llodio con buenas noticias para los inversores. La reunión aprobó el reparto de un dividendo complementario de 0,29 euros brutos, a pagar el próximo 12 de julio. Sumados a los 0,76 euros ya abonados el pasado 14 de febrero, y a los 0,4 euros de prima por asistencia a junta, la retribución de este año, con cargo a los resultados de 2018, alcanzará los 1,098 euros, un 15 % por encima de la efectuada el ejercicio anterior.

Vidrala también “homenajeó” a sus accionistas con una ampliación gratis de capital. Con cargo a reservas y en la proporción de un nuevo título (de 1,02 euros de valor nominal) por cada veinte antiguos. Las nuevas acciones cotizarán en bolsa.

Las ampliaciones gratis de capital de Vidrala tienen por objeto abrir el accionariado a nuevos inversores, ya que los títulos tienen poca liquidez en Bolsa. Estas emisiones pueden animar a los accionistas de la empresa familiar a desprenderse de parte de sus títulos. Mientras, Vidrala sigue aumentando su autocartera con la compra directa en Bolsa, aunque ya ha aprendido que estas operaciones tienen un límite, sobre todo porque cualquier movimiento en una jornada sobrepasa los límites regulatorios, en base a esa escasa liquidez del valor.

Así, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (Cnmv) multó a Vidrala con 180.000 euros y a Norbolsa con otros 40.000 euros. Hasta dieciséis analistas de Bolsa siguen la evolución de la empresa, cuyos responsables realizan periódicamente encuentros con estos especialistas en Nueva York y Londres.

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