El desplome de Thomas Cook amenaza a miles de hoteles españoles
El turoperador es el primer cliente en Canarias, Baleares y Costa del Sol. Los empresarios empiezan a bajar precios para asegurarse plazas
El gigante británico de la turoperación Thomas Cook está en el alambre. En el primer semestre fiscal (octubre-marzo) ha multiplicado por seis sus pérdidas y el valor de la acción se ha desplomado hasta las 12 libras, registrando un ajuste del 90% en el último año. La pérdida de poder adquisitivo de los turistas británicos como consecuencia del Brexit y la depreciación de la libra esterlina, el elevado coste de una flota aérea envejecida y la caída de ingresos por el trasvase de viajeros de España a otros destinos más baratos están entre las razones que han provocado que incluso algunos analistas, como Citigroup, hayan puesto en solfa la viabilidad del grupo. Unas dudas que solo despejará si logra un préstamo de 300 millones en este segundo semestre que la banca forzosamente liga a la venta de activos.
Una incertidumbre que afecta directamente a España, donde Reino Unido es el primer mercado emisor de viajeros extranjeros, con 18,5 millones de turistas al año, y en el que Thomas Cook es el primer cliente de miles de hoteles en España, especialmente los más dependientes de la turoperación británica en Canarias, Baleares, Costa del Sol y Costa Dorada. “Si quebrara Thomas Cook, se llevaría por delante a miles de hoteles españoles”, resume un empresario que prefiere guardar el anonimato.
A la espera de que ese escenario no se haga realidad, el turoperador británico está empezando a exigir precios más bajos para sus clientes en España para elevar sus decrecientes márgenes. “De hecho, ya hay algunos hoteles que han empezado a bajar sus tarifas para asegurarse los cupos de Thomas Cook para este ejercicio”, resume Juan Molas, presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat), que representa a 15.000 hoteles y 1,8 millones de habitaciones. En su opinión, la compleja situación del turoperador crea incertidumbre, aunque remarca que la verdadera señal de alarma surgirá si se producen retrasos en los pagos, algo que por ahora no ha sucedido.
De los problemas de Thomas Cook se libran por ahora las grandes cadenas y los hoteles que han invertido en renovar sus inmuebles, en los que el peso de las ventas directas, especialmente a través de la web, crece con fuerza. “En cadenas como Iberostar, Meliá o Santos, el peso de la turoperación ha bajado mucho y eso les permite blindarse ante situaciones como la de Thomas Cook”, recalca Albert Grau, socio de la división de hospitality de Cushman & Wakefield. “Se está produciendo un cambio de paradigma en la comercialización del modelo vacacional desde la turoperación a la venta directa y los hoteles españoles tienen que invertir para poder adaptarse a ese nuevo modelo, ya que han ido tradicionalmente a remolque”, asegura.
José Luis Zoreda, vicepresidente ejecutivo de Exceltur, lobby integrado por 29 de las mayores empresas de la industria turística (Amadeus, Globalia, Iberostar, Hotelbeds, Iberia, Meliá, NH, Riu o Renfe), señala, sin embargo, que el modelo vacacional en España no tiene por qué desaparecer. “El sol y playa no va a pasar nunca de moda, siempre va a tener demanda. La clave va a ser saber cómo se accede a la oferta y si damos un paso definitivo hacia el futuro. Los fundamentos competitivos del turismo en España están cambiando a velocidad de vértigo. Hay que cambiar el modelo de negocio, reposicionando la oferta, y el modelo de distribución, optando por otros canales alternativos a la turoperación”, remarca.
Fue Exceltur quien cifró en 12 millones de viajeros el volumen de turistas prestados de otros destinos como Túnez, Egipto o Turquía desde 2011, como consecuencia de los atentados terroristas y la inseguridad generada en esos destinos, y esa misma organización cree que volverán a esos países siempre y cuando garanticen un mínimo de seguridad. En ese contexto de transformación, Zoreda exige al nuevo Ejecutivo un pacto de Estado por el turismo que eleve la dotación presupuestaria para políticas públicas ligadas al turismo y que contemple un gran plan renove del litoral con incentivos públicos.
Fosun o Apple Leisure Group, entre los posibles compradores
Fosun. El fondo chino tiene una participación en el capital del turoperador británico del 17%, lo que le convierte en su mayor accionista, y al mismo tiempo también cuenta con una joint venture con Thomas Cook en China para desarrollar actividades turísticas domésticas, receptivas y emisoras para el mercado chino utilizando las marcas de Thomas Cook.
Apple Leisure. El turoperador estadounidense, participado por los fondos KKR y KSL, está en la lista de los posibles interesados, más aún cuando ha cerrado recientemente la fusión con la también estadounidense MarkTravel, convirtiéndose en uno de los mayores conglomerados del mundo. La entrada en Europa con la compra de la cartera de Alúa y el acuerdo suscrito con Hesperia es una muestra de su interés por crecer en el mercado europeo.
Activos. Richard Clarke, analista de Bernstein, cree que una compañía de China o de EE UU no se atreverá a adquirir Thomas Cook en su actual estado, “pero quizá sí lo hará si finalmente se desprende de la aerolínea”.