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El número de inversores en ‘hedge funds’ españoles se dispara un 74%

El crecimiento se produce desde 2016 por el entorno de tipos al 0%

Hedge funds
Belén Trincado / Cinco Días
Miguel Moreno Mendieta

Los bajos tipos de interés de la zona euro han provocado que muchos inversores busquen refugio en fondos alternativos (conocidos en la jerga como hedge funds). Entre 2016 y 2018, el número de partícipes en este tipo de vehículos registrados en España ha crecido un 74%, hasta superar los 7.200, según los datos de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). También ha subido con fuerza el patrimonio destinado a estas inversiones, aunque siguen siendo una parte pequeña respecto a todo el dinero que hay en fondos de inversión.

Los hedge funds se denominan oficialmente en España fondos de inversión libre (FIL). Son vehículos que tienen menos restricciones a la hora de invertir (pueden tener mayor concentración de empresas, utilizar un número de instrumentos financieros más amplio, apostar contra la evolución de una acción o un índice...), pero, a cambio, son menos líquidos y tienen mayores restricciones a la hora de su comercialización.

El supervisor español tiene registrados 49 FIL, además de otros siete fondos que invierten en un abanico de hedge funds, según se recoge en el último boletín de la CNMV. Entre estas dos figuras sumaban 7.237 partícipes al cierre de 2018. Una cifra un 74% superior a los 4.167 partícipes que había a finales de 2016.

En términos de patrimonio acumulado, los fondos de inversión libre (directos e indirectos) suman 2.812 millones de euros, un 28,8% más que dos años antes. Es una parte pequeña de todo el dinero que hay en fondos de inversión (los clásicos sumaban casi 270.000 millones de euros a cierre de abril), pero su proporción no deja de aumentar.

Tipología

Deuda. Algunos fondos de inversión libre (FIL) se dedican a comprar emisiones de deuda de compañías no cotizadas.

Inmobiliario. Antes del auge de las socimis se utilizaban los FIL para hacer inversiones inmobiliarias.

Retorno absoluto. Con la contratación de futuros sobre acciones y sobre índices, algunos gestores de FIL tratan de buscar unos rendimientos descorrelacionados con las subidas y bajadas de los mercados de renta variable.

Carteras concentradas. Hay FIL que operan igual que los fondos tradicionales pero con mayor nivel de convicción: menos títulos en cartera pero con mayor peso.

Años de bajos tipos

El auge de este tipo de inversiones tiene que ver con la política monetaria de los grandes bancos centrales. El Banco Central Europeo (BCE) fijó el precio del dinero en el 0% hace ya tres años. Progresivamente, todos los fondos de inversión ultraseguros han ido reduciendo sus rentabilidades hasta quedar prácticamente en nada y los inversores más conservadores han visto reducidas las oportunidades para sacar partido a sus inversiones. 

“Ha habido muchos inversores de renta fija a corto plazo y de fondos monetarios que se han hartado de no tener ninguna rentabilidad y han buscado en este tipo de inversiones alternativas una oportunidad”, explica José Caturla, director global de gestión de activos en Andbank y experto en inversiones alternativas.

Dentro de los hedge funds hay muchas categorías. Hay algunos enfocados en activos inmobiliarios, otros dedicados a comprar emisiones de deuda privada, otros que utilizan derivados financieros para tratar de desmarcarse de las evoluciones alcistas o bajistas de las Bolsas (conocidos como fondos de retorno absoluto)...

También hay algunas gestoras que utilizan esta figura para invertir en renta variable sin los corsés de los fondos tradicionales. Es el caso del Cobas Concentrado, gestionado por Francisco García Paramés, que está invertido en menos compañías que su equivalente convencional.

“El crecimiento que estamos viendo en los fondos de inversión libre y otros activos alternativos se explica tanto por el aumento del interés en banca privada como por parte de inversores institucionales. En ambos casos, buscan nuevas fuentes de rentabilidad y una alternativa a la renta variable, en un momento en que todo parece indicar que el ciclo alcista de Estados Unidos está en su fase final”, apunta Jorge Lovaco, director general corporativo de A&G Banca Privada.

En los FIL, el mínimo de inversión suele estar fijado en 100.000 euros, por lo que se trata de un vehículo solo accesible para clientes ricos e inversores profesionales (aseguradoras, gestoras de planes de pensiones, otros fondos de inversión...).

Los expertos en asesoramiento recomiendan siempre destinar entre un 5% y un 10% del patrimonio financiero a este tipo de productos que no se dedican solo a comprar bonos y acciones. Afortunadamente, en los fondos tradicionales hay alternativas más asequibles.

En los dos últimos años se han registrado en la CNMV hasta 15 nuevas firmas de capital riesgo, como Bewater Asset Management, FuturePlus Capital o Kobus Partners.

Además, varias gestoras como Dunas Capital. BlackRock, Trea AM o A&G Banca Privada han reforzado sus equipo especializados en activos alternativos ante la percepción de que las aseguradoras y otros clientes institucionales vana a aumentar sus inversiones de este tipo.

Sobre la firma

Miguel Moreno Mendieta
(Madrid, 1979) es licenciado en Derecho y Economía por la Universidad Carlos III. También cursó el Máster de Periodismo de El País. Se incorporó al periódico Cinco Días en 2006, tras pasar por la web de El País y Mi cartera de Inversión. Escribe sobre el sector financiero, con un foco especial en fondos de inversión y los seguros.

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