La ciberseguridad se impone en la banca
Las empresas de servicios financieros aseguran sufrir un 300% más ataques e incidencias informáticas que el resto
El sector financiero mundial está inmerso en una tendencia irreversible y vertiginosa de innovación: los bancos están invirtiendo en nuevas tecnologías para sumarse al tren de una revolución digital con alcance mundial. La digitalización ya ha demostrado grandes beneficios para las entidades y sus clientes, haciendo posible desde el big data, la IA y el blockchain hasta los pagos sin contacto o a través del móvil. Sin embargo, en la otra cara de la moneda, nos encontramos con un rápido crecimiento de los delitos tecnológicos.
La seguridad informática se ha convertido en un elemento indispensable a tener en cuenta en relación con la innovación financiera. Ahora que el mundo está cada vez más digitalizado, el sector de los servicios financieros debe ir un paso por delante de la ciberdelincuencia, pues en caso contrario se arriesga a sufrir graves consecuencias.
No resulta sorprendente que el sector financiero sea uno de los principales focos de los delitos informáticos, dada la ingente cantidad de datos de clientes y activos financieros custodiados por los bancos. De hecho, según un estudio de WebSense, la frecuencia con que las empresas de servicios financieros aseguran sufrir incidentes de seguridad es un 300% superior a la de las empresas de otros sectores.
Además, estos ataques resultan mucho más costosos para las empresas financieras, con un coste medio de 18,28 millones de dólares en 2017, cifra muy superior al coste medio de 11,7 millones de dólares por empresa en otros sectores, según un reciente estudio de Accenture y Ponemon Institute. Se prevé que el lastre económico de estos delitos siga aumentando a medida que se multiplican los incidentes y los delincuentes informáticos lancen ataques cada vez más sofisticados, ya que tratan de explotar vulnerabilidades en un entorno con mayor conectividad.
Sin embargo, las repercusiones de los ciberataques van más allá de los costes financieros. Durante los últimos años, varios casos de gran repercusión han provocado importantes daños a la reputación de empresas de todo el mundo. Resulta difícil estimar una cifra, ya que las empresas se muestran reacias a desvelar estos ataques, aunque el endurecimiento de la regulación hará que cada vez sea más difícil ocultar estos sucesos.
Aunque las empresas llevan tiempo invirtiendo en seguridad informática, la creciente frecuencia y gravedad de los ataques informáticos hacen inevitable que la inversión en seguridad crezca. Un estudio realizado por Business Insider Intelligence estima que en 2020 se habrán gastado nada menos que 665.000 millones de dólares en proyectos de seguridad electrónica para proteger ordenadores, dispositivos móviles y dispositivos conectados a internet. El mercado de la seguridad electrónica podría multiplicar por cinco la inversión total en tecnología en 2020 y se prevé que el coste de estos delitos siga aumentando, tras crecer un 62,5% desde 2013.
El tamaño creciente de las operaciones de capital riesgo en empresas de seguridad electrónica pone de relieve el crecimiento del sector. Tan solo dentro de esta industria, el año pasado se invirtieron más de 5.300 millones de dólares en empresas especializadas en la protección de redes, sistemas y datos, un 20% más que en 2017 y prácticamente el doble de lo invertido en 2016.
A medida que crece la amenaza de la ciberdelincuencia, lo hace también el número de empresas que se adentran en el terreno de la seguridad electrónica. El aumento de las amenazas también ha dado lugar a la aparición de un subsector de ciberseguros dentro de la industria aseguradora. Para encontrar las oportunidades de inversión más atractivas en este mercado cada vez más saturado, es importante realizar análisis detallados para encontrar aquellos nichos que pueden estar al día de las cambiantes amenazas de la ciberdelincuencia y que pueden ofrecer mayor potencial de crecimiento.
Identificamos tres áreas clave dentro del ámbito de la seguridad electrónica: software bancario, protección de datos y protección de transacciones. En el marco de nuestra estrategia general de innovación financiera, que también comprende la digitalización, el análisis de datos y los pagos, creemos que será necesario seguir identificando empresas de tecnologías financieras a la vanguardia de la innovación, capaces de impulsar grandes tendencias estructurales en el sector financiero mundial.
Guy de Blonay es gestor de fondos de renta variable global de Jupiter