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La Sevilla más secreta fuera del Real de la Feria

Direcciones para tapear, cenar, ir de copas, comprar arte o un vestido de gitana

Vestido de gitana de la tienda Rocío Peralta.
Vestido de gitana de la tienda Rocío Peralta.

En Sevilla –dicen– la lluvia es una maravilla y la Feria de Abril se celebrará este año en mayo. Así de mágica resulta esta ciudad, donde el tiempo parece que dará una tregua cuando en la medianoche del sábado, 5 de mayo, se produzca el alumbrao del Real de la Feria en el barrio de Los Remedios. Un recinto de medio millón de m2 y 15 calles, todas con nombre de toreros y cubiertas de albero donde se alinean unas mil casetas.

El calendario de una tardía Semana Santa ha retrasado a mayo la Feria de Abril, un hecho inusitado y que solo se ha producido en tres ocasiones a lo largo de su historia. Pasee por el Real y disfrute del ambiente, mejor de la mano de un amigo sevillano, sobre todo a partir del medio día.

Pasee por el Real y disfrute del ambiente, mejor de la mano de un amigo sevillano, a partir del medio día

Una semana de fiesta, para tapear, beber, sobre todo rebujito –manzanilla o jerez mezclado con gaseosa, Sprite o Seven Up–, para que el calor y el alcohol no le arruinen el día o la noche; bailar y ponerse flamenco al ritmo de las sevillanas, del son del cajón y las palmas en una de las citas culturales y sociales más importantes del calendario sevillano, que atrae a miles de turistas.

Si es de los que con un día de feria tienen bastante, disfrute de las calles casi desiertas para acercarse a los principales iconos monumentales e históricos de la capital hispalense o aproveche para descubrir los locales más emblemáticos o los lugares más desconocidos y casi secretos. Estas son las direcciones que no puede perderse.

El traje de flamenca siempre

Lo más in es ir con vestido de gitana. Unos 300.000 se confeccionan en Sevilla solo entre enero y abril. Es el único traje regional que sigue las tendencias. Este año se lleva todo. Telas lisas, lunares clásicos y los galleta –los grandes–; ojo con estos “porque no favorecen a todas”, advierte Rocío Peralta, hija del rejoneador Rafael Peralta y con firma propia. Coral, amarillo, gris y los flúor están de moda y vuelve la manga corta. ¿Dónde? Tienda Rocío Peralta en Muñoz Olivé, 7. Hasta 660 euros.

Cañita y montadito de pringá

La Bodega Santa Cruz Las Columnas es toda una institución en el casco histórico de Sevilla. Bulliciosa y siempre llena, allí se mezclan locales y turistas. Tiene el encanto de los bares con solera y una barra de madera donde los camareros apuntan con tiza. No se pierda el clásico montadito de pringá con su pan calentito, una tapita de jamón, la tortillita de camarones o los buñuelos de bacalao y, por supuesto, en feria, el rabo de toro. Barato y bueno. ¿Dónde? Calle Rodrigo Caro, 1.

Con sabor andaluz

En el corazón de Sevilla y en una pequeña calle con mucho sabor le llamará la atención el escaparate de este original espacio de exposición y objetos de deseo –cuadros y piezas únicas de cerámica y marroquinería con pieles tratadas como si fueran un lienzo– del artista jerezano Cristóbal Donaire Barea, conocido como Balcris. Técnicas vanguardistas y atrevidas, pero con una fuerte influencia por la tradición y las raíces andaluzas. ¿Dónde? Tienda y galería de arte Balcris en Placentines, 1.

El patio de mi casa

Una ecléctica decoración cuidada al detalle se abre paso en este patio andaluz que cobija al restaurante El Pintón. A un paso de la Giralda, el edificio fue sede de los Almacenes Peyré (1790). Al igual que su interiorismo, su carta fusiona, ajena a las modas, la cocina tradicional española con toques internacionales, como el huevo en tempura con parmentier trufada y quinoa, coquinas al jerez o torrija de brioche con gel de azahar y mousse de turrón. Servicio impecable. ¿Dónde? Calle Francos, 42.

Culto al ibérico extremeño

Taberna andaluza con un toque francés muy chic, el restaurante Señorío rinde homenaje al mejor ibérico de Extremadura desde una ubicación privilegiada y con un equipo muy profesional capitaneado por el chef Antonio Yerga. Ideal para picotear o comer y cenar de lujo. Recetario extremeño renovado: croquetas semilíquidas de jamón, un espectacular steak tartar y carnes a la brasa de carbón. Un plus: su tienda para llevarse a casa los ibéricos de Señorío de Montanera. ¿Dónde? Placentines, 9.

Urbano y contemporáneo

Arte moderno, urbano y contemporáneo, pero también la cultura pop, el cómic, el grafiti y los dibujos animados tienen cabida en Delimbo. Una singular galería, ubicada en el sevillano barrio de la Alfalfa, dirigida por las artistas Laura Calvarro y Seleka. Además de la promoción del arte de vanguardia y artistas internacionales, organizan exposiciones y eventos culturales de gran impacto que sacan a la calle. Tienen también tienda y asesoran a coleccionistas. ¿Dónde? Pérez Galdós, 1.

En bandeja de plata

Sofisticado y de estilo industrial, el restaurante Casaplata es el toque cosmopolita y una bocanada de aire fresco entre la clásica oferta sevillana. Una propuesta atrevida por su interiorismo –muy premiado–, con una cuidada iluminación que transforma el espacio a lo largo del día, y también por lo que encontrará dentro: cocina de mercado y casera, pero no obvia, como el arroz salvaje con pulpo a la brasa, coctelería de autor y buena música, a veces con dj en directo. ¿Dónde? Amor de Dios, 7.

El tiempo está de su lado

Por ocio o por negocio, cuando se duerme fuera de casa es importante elegir una buena ubicación y mejor confort. Dos características que reúne el renovado Novotel Sevilla. El cuatro estrellas de Accor está concebido para sacar el máximo partido al tiempo de descanso, ocio o trabajo. Moderno y contemporáneo, su recepción está ideada como un gran social hub –centro social–. ¿Dónde? Eduardo Dato, 71, al lado del estadio Sánchez Pizjuán y a tres paradas de metro del centro. Desde 198 euros.

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