La supervivencia de Thomas Cook depende de una arriesgada división
Cualquiera de las ofertas por el turoperador podría implicar la venta de la aerolínea, lo cual a su vez dejaría aún más débil la actividad principal
Puede que el mejor escenario para Thomas Cook sea una arriesgada división. Las apuradas acciones del turoperador subieron alrededor de un 18,33% tras las noticias de una oferta del grupo chino Fosun International o de las firmas de capital privado KKR y EQT Partners. Cualquiera de ellas podría implicar la venta de su aerolínea, un paso delicado que puede dejar aún más débil la actividad principal.
El auge de las aerolíneas de bajo coste y las reservas online, el Brexit, y un verano caluroso que ha hecho que los consumidores británicos se queden en casa ha oscurecido el cielo sobre la compañía de viajes más antigua del mundo, fundada por un carpintero en el norte de Inglaterra en 1841. Los profit warnings y el aumento de la deuda han hecho que las acciones de Thomas Cook hayan perdido el 80% de su valor en el último año.
Tanto un fondo de capital riesgo como un adquirente chino significarían probablemente una cirugía radical. El negocio de Thomas Cook incluye un operador turístico, una aerolínea y una unidad hotelera. Un grupo comprador podría pensar que puede vender las piezas por más del valor de mercado actual. Por su parte, el propietario de Club Med, Fosun, se toparía con las normas de la Unión Europea sobre la propiedad de las compañías aéreas, y probablemente esté interesado principalmente en el negocio de los viajes.
Suponiendo un múltiplo similar al de easyJet, la aerolínea de Thomas Cook podría tener un valor de casi 2.300 millones de libras (2.700 millones de euros), según los beneficios antes de intereses, impuestos, depreciaciones, amortizaciones y obligaciones de alquiler subyacentes del año pasado, 456 millones de libras (527 millones de euros). Compárese con el valor empresarial del grupo, 2.000 millones de libras (2.300 millones de euros), utilizando la cifra de deuda neta más reciente, de diciembre.
Aún así, una venta rápida no será fácil. Las compañías aéreas europeas se enfrentan a un exceso de capacidad y a una demanda débil. Los posibles licitadores, como Deutsche Lufthansa, pueden verse sometidos al escrutinio de las autoridades de defensa de la competencia. Y los analistas de Berenberg estiman que los aviones de Thomas Cook necesitan renovación. Además, una vez que venda la aerolínea, Thomas Cook no podrá agrupar viajes y vuelos, lo que lo pondrá en desventaja frente a rivales como el alemán TUI. Los compradores potenciales serán recelosos a pagar un precio demasiado alto.
Los tenedores de bonos de Thomas Cook parecen menos optimistas que los accionistas. La rentabilidad de un bono de 750 millones de euros con vencimiento en 2022 cayó el martes, pero sigue siendo de alrededor del 16%, mientras que el diferencial de los swaps de incumplimiento crediticio (CDS) del grupo es de 1.200 puntos básicos. Esto implica una probabilidad de incumplimiento de más del 60% en los próximos cinco años, según datos de Refinitiv. Los accionistas no pueden esperar un destino demasiado soleado.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías