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Una victoria para Darwin en Citigroup

Paco Ybarra dirigirá la mayor división de la empresa gracias a su capacidad de adaptación

Hogue

Cuando el científico Charles Darwin presentó en sociedad El origen de las especies, hace ahora 160 años, no solo alteró todos los esquemas de lo que se sabía acerca de la procedencia del ser humano, sino que trajo consigo un concepto que, desde entonces, forma parte ya del imaginario colectivo: adaptación al medio.

Sobre esto algo sabe Paco Ybarra (Castellón, 1961), que desde el próximo 1 de mayo tomará las riendas de la banca institucional de Citigroup. Con sede en Nueva York, se trata de la mayor compañía de servicios financieros del mundo. El nuevo cargo de Ybarra viene con el pack completo: enmarca también negocios de banca de inversión y corporativa, mercados de capitales, banca privada y banca transaccional, áreas cuya suma supone la mitad de los ingresos anuales de la corporación. El ascenso –Ybarra procede de la división de mercado de capitales, donde ya dirigía un equipo de 9.000 personas procedentes de 85 países distintos– supone un espaldarazo a su gestión y el siguiente capítulo de toda una travesía.

Esta empieza en Madrid, donde se inició como asociado a Citigroup en 1987. Tras ocupar con éxito varios cargos en la tesorería, en 1994 hizo las maletas para, en principio, llevar a cabo funciones parecidas en México. Pero su ascenso fue imparable. En 1997 ya era director regional de ventas y de trading para toda Latinoamérica, lo que le obligó a trasladarse a la sede de Nueva York, y en 2002 cruzó de nuevo el charco para hacer lo propio en Asia desde Singapur. En 2004 ya era director global de ventas, y desde entonces ha ido ascendiendo en el escalafón de Citi hasta convertirse en uno de los hombres de confianza del consejero delegado, Michael Corbat: el único ante el que responderá a partir de mayo.

La clave de tantas idas y venidas se halla, sin embargo, un par de años antes de 1987. Tras licenciarse en Dirección y Administración de Empresas en Valencia a mediados de los años 80, Ybarra pasó por las manos de los profesores del IESE, escuela de negocios de élite radicada en Barcelona y que basa su método, como es habitual en el sector, en el estudio de casos y el debate abierto. “Al exponer a los alumnos a la discusión, ellos mismos se dan cuenta de que tienen criterios distintos, pero también de que la persona que tienen enfrente tiene ideas que son válidas y que pueden tomar prestadas”, explica Carlos García Pont, director del MBA de la institución.

“El IESE hoy es muy internacional, pero ya lo era bastante cuando yo estudié en él”, arranca explicando el propio Ybarra cuando, en una entrevista concedida en 2017 a la revista del IESE, se le pregunta por el influjo de la institución en su trayectoria como directivo. En la escuela encontró el caldo de cultivo para entrenarse en una cualidad que terminaría siendo fundamental para él: la adaptación.

Para el directivo, lo más importante es tener una mente abierta, dispuesta a expandir los marcos de referencia: “Hay que procurar desaprender el modo en que uno cree que la gente piensa. Trabajé en Asia, y sé que aplicar allí los esquemas occidentales puede llevar a conclusiones erróneas”. Para ello, especifica, es necesario rodearse de gente que ayude a traducir el contexto y contar con unos acompañantes que encaren con buena actitud los cambios: “Es crucial contar con una familia dispuesta a mudarse. Mis hijos están acostumbrados a este tipo de vida, pero no hubiese podido hacerlo si la otra mitad de la pareja no estuviese implicada en este plan”.

La habilidad adaptativa de Ybarra afrontará ahora nuevos retos. El más inmediato, la digitalización de la banca, que está exigiendo a los nuevos directivos unos conocimientos sobre programación que en ocasiones se ponderan incluso por encima de los títulos universitarios y de posgrado. “La digitalización está cambiando el modo en que interactuamos con los clientes y con los mercados”, afirma al respecto Ybarra en la revista del IESE antes de aclarar que los ordenadores hacen hoy lo que antes hacía el personal de ventas y los traders. Es precisamente esta mirada de conjunto, que anticipa algunos problemas como la ciberseguridad, lo que busca Citigroup en Ybarra, tal y como explicó Corbat en un comunicado que sirvió también para anunciar la retirada de Michael Forese, antecesor del español en el cargo: “Paco ha proporcionado una visión valiosa a la estrategia global de Institutional Clients Group y, más recientemente, ha ayudado a liderar nuestros esfuerzos para aprovechar al máximo las nuevas tecnologías para ofrecer los mejores productos y servicios a nuestros clientes”.

Hay más voces que apuntan hacia este lugar. “Nos estamos moviendo rápidamente hacia el mundo digital”, advirtió hace un año Lee Waite, director de la unidad de mercados y servicios de valores de Citigroup en EE UU. Inmediatamente después, el propio Waite informó de que incluso Paco Ybarra estaba ya tomando clases de Python, un lenguaje de programación. Un aviso a navegantes y otra muesca en el revólver del naturalista Charles Darwin.

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