Entidades financieras y clientes, más responsables
Es importante que ajustemos los requisitos para la concesión de créditos al consumo a las nuevas circunstancias
Desde el inicio de la recuperación económica hemos vivido años de crecimiento, en el que los fundamentos de la economía española se han ido equilibrando de forma gradual. Pese a esta tendencia optimista, existen diferentes nubarrones económicos como el enfrentamiento comercial entre Estados Unidos y China o el desenlace del Brexit.
Pese a ello, a nivel nacional, no existen datos que indiquen que pueda generarse un cambio brusco y traumático en la economía española. El Banco de España prevé un crecimiento de un 2,2% en 2019, un ritmo que, eso sí, se irá ralentizando en los próximos años, si no introducimos cambios estructurales.
A esta recuperación económica le acompaña, como consecuencia, la disminución de la tasa de paro, la mejora de la confianza de los ciudadanos y la reducción de los tipos de interés. Todo ello ha reactivado el consumo en España y el incremento de la demanda del crédito al consumo. Esto, a su vez, ha despertado la preocupación de los supervisores sobre la concesión de este tipo de préstamos.
¿Debemos entonces alarmarnos? Mi respuesta es: No. Es importante que seamos conscientes de que, con la gran crisis económica vivida, consumidores y empresas no solo redujeron sus gastos, sino también sus inversiones. Fruto de la disminución de la confianza por endeudarse, la solicitud de créditos al consumo descendió. Toda crisis lleva consigo una lección, y los españoles la aprendimos. Poco a poco, hemos ido modificando nuestro comportamiento a la hora de solicitar un crédito, y hemos aprendido a endeudarnos.
Aprender, también lo hemos hecho las entidades del sector. A nivel general, las financieras establecimos condiciones más restrictivas en la aprobación de la concesión de este tipo de préstamos. ¿El objetivo? Evitar impagos como consecuencia de un sobreendeudamiento en los consumidores, lo que ha propiciado de forma gradual un endeudamiento sostenible. Una tendencia que se ha ido normalizando a medida que se ha recuperado la economía, y que se ha ido manteniendo hasta la actualidad.
A finales de 2018, el BCE anticipó que en este 2019 se mantendrá el crecimiento del crédito al consumo conjuntamente con un cierto endurecimiento en las condiciones para su concesión. Creemos que parte de esos crecimientos en el crédito al consumo se debe a la demanda embalsamada durante la crisis, por lo que una vez se estabilice el consumo, la tasa de crecimiento del crédito será más moderada. Y el endurecimiento de los criterios viene motivado por una economía que crece al menor ritmo de los últimos años, y por ello las entidades financieras debemos ser más prudentes.
Es importante que seamos capaces de modificar y ajustar los requisitos para la concesión de créditos al consumo a las nuevas circunstancias, siempre teniendo presente las normativas y reglas del crédito responsable, evitando así el sobreendeudamiento de los consumidores.
Juan Sitges es director general de Cofidis España