La Fed reitera que mantendrá sin cambios los tipos en 2019
El banco central de EE UU descarta una recesión económica los próximos años
Las referencias de política monetaria no se limitaron ayer al BCE. Con los mercados europeos cerrados, el banco central de EE UU publicó las actas de la pasada reunión, una cita que estuvo marcada por el recorte de las previsiones de crecimiento y de las expectativas de subida de tipos.
Si bien los miembros del FOMC descartan una recesión en EE UU los próximos años, la mayoría de los participantes considera que la situación actual justifica que los tipos se mantengan sin cambios en 2019, una idea que el mercado ya había empezado a poner en precio a comienzos de año. Es decir, el comité ve compatible el crecimiento actual con unos tipos de interés en el 2,25% y 2,5%.
Las actas muestran que la Fed considera que EE UU está resistiendo al escenario de desaceleración global. Si bien la opinión mayoritaria pasa por no tocar los tipos, algunos de los miembros aseguraron que su punto de vista podría cambiar. Es decir, dejaron la puerta abierta a un incremento del precio del dinero en los próximos meses. Para que estas palabras se transformen en realidad la institución analizará con todo detalle los datos que se vayan publicando.
No obstante, los participantes afirman que en sus previsiones además de la macroeconomía estadounidense, existen otros factores que podrían determinar el nivel de los tipos. Entre ellos, destacan los efectos secundarios derivados de una desaceleración mayor en Europa y China, la persistencia de un gasto débil o una profunda caída de los estímulos fiscales.
Las otras novedades de la pasada reunión estuvieron puestas en la reducción del balance. La Fed aminora el ritmo y lo rebaja de 30.000 a 15.000 millones. Asimismo, prevé pondrá fin a la reducción de activos en su balance el próximo septiembre.
Los inversores no reaccionaron a la publicación de las actas y al cierre de esta edición, el S&P 500 y el Nasdaq avanzaban cerca de un 0,5% mientras el Dow Jones cedía un 0,2%. Por su parte, la rentabilidad de la deuda de EE UU a diez años se situaba por debajo del 2,5%.