Lacalle: “Es compatible bajar todos los impuestos y reducir déficit. Habrá que hacer ajustes”
Abjura de la tasa Google, defiende que la competencia fiscal permitirá que España recupere el superávit en 2023 y llama a PSOE y Cs a acordar unos Presupuestos de 2019
El efecto recaudatorio lo tenemos que generar gracias a una bajada de impuestos, vía mayor atracción de inversión y empleo”, defiende a capa y espada Daniel Lacalle, gurú económico del PP de Pablo Casado y número cuatro por Madrid en las listas del partido al Congreso de los Diputados que se formará tras los comicios del 28 de abril. Lacalle (Madrid, 1967), doctor en Economía, aspira a rebajar el tipo del impuesto de Sociedades del 25% general (30% para banca y petroleras) “por debajo del 20%”, sin distinción por sector, nacionalidad o tamaño de la empresa; a reducir el tipo máximo del IRPF del 48% al que llega en algunas comunidades al 40% (aunque sin limitar el margen autonómico de las comunidades para subirlo desde ahí), o a suprimir los impuestos de Sucesiones, Actos Jurídicos Documentados y Patrimonio. “España ha sido un ejemplo de salida de la crisis, pero estamos en una recuperación frágil”, dice, advirtiendo al votante de que “solamente tenemos una oportunidad, si volvemos al 2008, España de ahí no sale”.
- R. El PP promete rebajar todos los impuestos y suprimir algunos, ¿es compatible con reducir el déficit? ¿Supondrá ajustes?
- R. Es perfectamente compatible con la reducción del déficit porque lo que hacemos es mejorar el potencial de crecimiento de la economía y de generación de empleo. Ajustes se van a tener que hacer porque el Gobierno socialista ya está diciendo que va a incumplir el déficit. Lo que tenemos que hacer, primero, es una auditoría de dónde nos encontramos. Dos, no pasarle los despilfarros del Ejecutivo anterior al contribuyente. Tres, presentar ante Bruselas un programa serio. En todos los escenarios que manejamos, la consolidación presupuestaria no solo se consigue sino que se supera. Y hacerlo con estimaciones reales de ingresos, porque el Gobierno sigue haciendo unas mágicas. Se puede llevar a cabo porque es una bajada de impuestos realmente expansiva.
- R. A falta de esa auditoría, ¿tienen ya identificadas partidas de gasto que revisar?
- R. Si lo que queremos es sostener el Estado de bienestar, tenemos que hacer un programa de eficiencia serio en el que las duplicidades y elementos de gasto político se reduzcan. Como ha pasado en Andalucía.
- R. El PSOE llevaba 36 años en Andalucía pero solo 10 meses en La Moncloa, ¿ha creado en ese tiempo una administración superflua?
- R. Ha habido un aumento de más del 10% del gasto en lo que es el propio Ejecutivo y en asesoría externa. Y los viernes de despilfarro llevan una enorme cantidad de gastos. Tenemos que hacer un ejercicio de seriedad porque nos lo van a exigir Bruselas y un mercado para el que todavía contamos con el beneficio de la duda. Ahora mismo el foco, entre Italia y otros países, no está en España, pero puede venir muy rápidamente como nos pasó en 2008 y 2010.
- R. Cuando habla de rebaja fiscal expansiva, ¿se basa en la teoría de la curva de Laffer de que a menos impuestos más ingresos?
- R. No. Art Laffer hizo un análisis sobre economías que están en su potencial. Nosotros tenemos un problema de un tejido empresarial extremadamente débil, dominado por empresas muy pequeñas, una elevada fiscalidad tanto para el ahorro como para la inversión, y más paro. En España recaudamos un 11% menos que la media de la UE pero tenemos una cuña fiscal para empresas mucho más alta. Tenemos que fijarnos una fiscalidad expansiva para aumentar las bases imponibles, fortalecer el crecimiento no solo empresarial, sino también para fortalecer la capacidad de ahorro y consumo de las familias. La fiscalidad no puede estar orientada a “esto es lo que quiero recaudar de lo que queda”.
- R. ¿Asume entonces que su rebaja fiscal rebajaría los ingresos a corto plazo?
- R. No. Igual que es un factor que detrae ingresos fiscales anunciar enormes subidas de impuestos, también ocurre lo contrario. Los agentes económicos, al ver que va a haber un entorno facilitador, se ven más interesados en invertir. España no puede mirar hacia dentro y olvidar ser competitiva fiscalmente. China ha llevado a cabo la mayor bajada de impuestos de la historia, EE UU también, Australia, Reino Unido, etc. No somos una isla. Tenemos que levantarnos, poner el cartel de “España es el país donde hay que invertir en un entorno de ralentización”.
- R. ¿Y qué hará para conseguirlo con el impuesto de Sociedades?
- R. Bajarlo del 20% y eliminar deducciones obsoletas.
- R. ¿Y para banca y petroleras que tienen un tipo nominal superior, del 30%?
- R. La fiscalidad no se puede hacer por sector, o por nacionalidad, que es lo que desafortunadamente pretenden hacer Podemos o el PSOE. Tenemos pocas grandes empresas y son de sectores maduros. Tenemos que facilitar el cambio de patrón de crecimiento para que vengan muchas más empresas de alta productividad para que con ello los salarios y el empleo mejoren. El odio a la gran empresa que tiene este partido socialista, porque no es el de toda la vida, y Podemos, es el odio a toda empresa. Porque, ¿a quién le facturan las pequeñas y medianas empresas?
- R. Y en el caso del IRPF, ¿qué propone?
- R. Bajar el IRPF y simplificar los tramos. Si no permites a la gente tener más renta disponible de lo que ganan todos los días trabajando, sus decisiones de consumo y de ahorro son todavía mucho más agresivas en su reducción ante una ralentización.
- R. ¿A qué tipo máximo lo rebajaría?
- R. Al 40%. España tiene el tipo máximo que llega al 48% en algunas comunidades. Eso es una máquina de destruir potencial de crecimiento, de consumo, del tejido institucional y de ingresos fiscales. Los ciudadanos saben que pagan demasiados impuestos.
- R. ¿Limitaría ese tope a escala nacional o lo dejaría en manos de las comunidades?
- R. Creo en la fiscalidad lo más cercana al ciudadano posible. Tiene que haber mecanismos fiscales de las comunidades. Si usted quiere votar en su comunidad a un Gobierno que le va a expoliar a impuestos, usted mismo.
- R. El Gobierno de Rajoy barajó la tasa Google antes que el de Sánchez. ¿La retomaría?
- R. Estaba, y estoy, completamente en contra. La tasa Google es un peligro para nuestras empresas exportadoras. Cuando introduces un impuesto en el que discriminas por nacionalidad, por tecnología o por sector, te arriesgas a que las grandes potencias te hagan lo mismo con tus sectores exportadores. Estoy preocupado con los impuestos unilaterales. Son ineficientes, injustos y es un debate que se tiene que hacer en la UE.
- R. ¿Y qué opina de la tasa Tobin del PSOE?
- R. Es peligrosísimo porque ese impuesto lo pagan siempre los consumidores e introduce un efecto llamada para que se vayan los inversores extranjeros y dejen de utilizar nuestras plataformas, bancos, etc. Comprar acciones de una empresa española puedes en Luxemburgo, Tokio, o Nueva York. En todos los países que han introducido esta tasa, el efecto recaudatorio ha sido ridículo y el efecto negativo en volúmenes, en negociación, devastador.
- R. Si suprime Sucesiones, Patrimonio y AJD, ¿compensaría a las regiones por los 6.000 millones que dejarían de ingresar?
- R. Lo primero es compensar a los ciudadanos por esa pérdida de su dinero. Sucesiones es injusto y es el impuesto de los pobres porque eleva a rico a cualquier persona, vía aumento de catastro, que hereda inmuebles. Cuando esas personas tienen que renunciar a su herencia, la administración pública se convierte en el mayor subastador de inmuebles. Y ¿a quién le vende esos activos a descuento? A los ricos. Segundo, eso de que uno tenga que pagar un impuesto por firmar un documento, es del siglo XII. El efecto recaudatorio lo tenemos que generar gracias a la bajada de impuestos vía mayor atracción de inversión y empleo.
- R. Si el PP asumiera el Gobierno, ¿está a tiempo de impulsar unos Presupuestos de 2019?
- R. Sí, se está a tiempo. Se pueden llegar a acuerdos. Estamos viviendo una campaña extremadamente tensa, con muchísimo insulto, muchísima mentira, pero todas esas personas que debatiendo parece que estamos con muchísima discordancia, no es que podamos llegar a acuerdos, es que llegaríamos sin ningún problema. Sobre los grandes temas, PSOE, Ciudadanos y PP pueden y deberían llegar a acuerdos porque en realidad estamos a dos grados, tres, de separación.
- R. ¿A dónde reconduciría el déficit el PP si toma el timón?
- R. En los tres escenarios que barajamos, el PP cumpliría con el calendario de déficit en 2023, y podría llegar a superávit.
- R. ¿Cómo bajaría el de la Seguridad Social?
- R. Con muchísimos más afiliados, que coticen más, no con cotizaciones mayores. No aumentas las bases imponibles desde la represión fiscal. Y luego, con políticas de natalidad e inmigración, que ha sido un factor maravilloso para el crecimiento del sistema de pensiones y de la Seguridad Social.
- R. Quiere reducir el alza del 22% de las bases mínimas de cotización que supuso elevar el salario mínimo. ¿Rebajaría este último?
- R. No. No existe sitio donde ponga que tiene que ser obligatorio, e imposible de cambiar, que una cosa vaya con la otra. Se puede cambiar ese uso del salario mínimo para esconder una subida de impuestos al trabajo. Estamos a favor de lo que decidan los agentes sociales.
- R. ¿Qué propone hacer con las pensiones?
- R. Las pensiones deben mantener su poder adquisitivo. La revalorización tendrá en cuenta tanto el IPC como otros indicadores que garanticen mantenimiento, poder adquisitivo y sostenibilidad. Porque esta demagogia con el IPC… ¿Y cuándo el IPC es negativo? El riesgo de deflación en Europa, y en España, no es que sea pequeño. Queremos que las pensiones aumenten.
- R. ¿Comparte alguna de las medidas de los recientes decretos sociales del Gobierno?
- R. No puedo compartirlas. No sabemos cuánto cuestan, a quiénes afectan, ni nada. ¿Estoy a favor de que las comunidades inviertan su superávit? Si hay superávit de las cuentas de todos. Tenemos que hacer un debate serio sobre la financiación autonómica, no un plan E escondido para que gasten mucho y se infle el PIB a corto plazo. Si todas estas propuestas son tan importantes, ¿por qué hay que hacerlas en medio de la campaña?
- R. Aboga por una reforma de la financiación autonómica. ¿Qué propone?
- R. Como sigamos con un sistema de incentivos perversos, el creciente malestar con respecto a las autonomías, que me parece equivocado, y las llamadas a la centralización, van a crecer. Yo estoy totalmente en desacuerdo con la centralización, es más ineficiente. Yo quiero mayor autonomía y mayor responsabilidad fiscal, no existe mayor autonomía sin mayor responsabilidad crediticia.
- R. ¿Teme una burbuja inmobiliaria o de los precios del alquiler de la vivienda?
- R. Tenemos que hacer que los ayuntamientos liberen oportunidades a la colaboración público-privada en la que se genere más vivienda social y más acceso a los jóvenes. Restringen la oferta para inflar el IBI y luego dicen que hay una burbuja en los alquileres.
- R. ¿Hay coincidencias programáticas que permitan reeditar en España un Gobierno a la andaluza con PP, Cs y VOX?
- R. No solamente con esos partidos, sino también con el partido socialista. Esta confrontación dialéctica en la campaña esconde la realidad de que esas personas que me insultan a mí, en privado saben que de este programa [del PP] estamos de acuerdo en un 80%, que de su programa estamos de acuerdo en un 70%. El aumento del populismo nos está llevando a centrar todo el debate en lo que nos separa en vez de en lo que nos une.
- R. ¿Hay diferencia entre la propuesta económica del PP de Rajoy y la de Casado?
- R. Nosotros podemos hablar de recuperación y de mejora del empleo gracias a las reformas del Gobierno de Rajoy. Eso es una base desde la que crecer. Lo que estamos viviendo es una recuperación vulnerable. Tenemos que fortalecer esa recuperación. Y ese es el objetivo. Aquí no hay enmiendas a la totalidad.