Aviación comercial: un activo real para obtener rentas estables
Es un tipo de inversión muy atractiva para fondos de pensiones y aseguradoras
La desaceleración en el crecimiento económico global y la debilidad de la presión inflacionaria han frustrado las expectativas de subidas de tipos de interés. Tras cuatro subidas durante 2019, la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos cambia de rumbo y anuncia que no habrá subidas de tipos este año, apuntando en sus previsiones a una sola subida durante el año próximo.
Un escenario que apoya la teoría del estancamiento económico secular, con tipos bajos e inflación débil, en el que resulta difícil obtener retornos atractivos a partir de la inversión en activos financieros tradicionales de perfil conservador. Buscando mantener el nivel de rentabilidad de sus carteras, los gestores de activos están incluyendo de forma creciente activos alternativos que les permitan diversificar riesgos y obtener un incremento del capital, tanto a partir de la revalorización de la inversión como de rentas periódicas, o a través de ambas fuentes.
Los datos nos muestran que la presencia de activos alternativos está aumentando. Según el informe de Preqin sobre activos alternativos del segundo semestre del pasado año, Preqin Investor Update: Alternative Assets H2 2018, en junio de 2015 el 39% de los inversores encuestados por Preqin asignaba capital a tres o más clases de activos alternativos, un porcentaje que ha crecido hasta el 50% actual. El Informe global de expectativas en activos alternativos, Global Alternatives Outlook, de JP Morgan, revela que asignar un 20% a activos alternativos en una cartera previamente compuesta por un 60% de acciones y un 40% de bonos puede ayudar a aumentar la rentabilidad y a reducir el riesgo. Activos esenciales para la actividad económica como pueden ser inmobiliarios, infraestructuras y transporte, ofrecen a los inversores una fuente de rentas estable y retornos descorrelacionados.
Son algunos de los denominados activos reales, o bienes físicos tangibles, objeto de uso y consumo, entre los que se incluyen también metales preciosos y materias primas. Se caracterizan por tener un valor por sí mismos, en oposición a los activos financieros que representan un valor.
En el sector de transporte, la entidad española Dunas Capital ha visto una oportunidad en la inversión en este tipo de activo alternativo, concretamente en el de aviación civil. Están ultimando el lanzamiento de un fondo de activos reales que focalizaría principalmente su inversión en aviones comerciales de países de la OCDE, mayoritariamente de la Unión Europea y Oriente Medio, bajo una estructura legal de fondo de capital riesgo (FCR) según clasificación de la Comisión Nacional de Mercado de Valores (CNMV).
Respecto a un fondo de capital riesgo tipo, el FCR en proyecto de Dunas Capital no invertirá en empresas en diferentes fases de crecimiento, sino en activos reales de transporte. Es una inversión asimilable a un bono corporativo conocido, con un valor final predecible, con lo que su binomio riesgo-rentabilidad resulta más adecuado para un inversor conservador que el fondo de capital riesgo tradicional.
Por otra parte, el mercado de aviones civiles, es un mercado líquido y establecido, con una elevada regulación operativa, de la que se responsabiliza en su totalidad la línea aérea, y con una regulación adicional –la Convención de Cape Town– que protege este tipo de operaciones. Como consecuencia, el riesgo de impago se mitiga extraordinariamente si la línea área entrara en suspensión de pagos, en cuyo caso el fondo recuperaría la propiedad del avión y buscaría otra línea aérea. La remuneración a éxito del gestor, o comisión de éxito, se aplica solo sobre el exceso de rentabilidad objetivo y, al contrario que los fondos de capital riesgo, su evolución no sigue la conocida como curva J, ya que no pasa por una etapa de captación de inversión durante la creación de la empresa, como sucede con la inversión en private equity, en la que el rendimiento sería negativo inicialmente hasta que comienza a generar ganancias.
En este caso, el avión propiedad del fondo comienza a recibir rentas al vencimiento del primer periodo establecido en el contrato de alquiler. Un comportamiento muy similar, como puede apreciarse, a la inversión en un activo inmobiliario.
Es un activo real, con una larga vida útil ya que generalmente un avión comercial de más de 100 plazas tiene una vida útil de unos 25 años. Son activos estables y predecibles, con políticas de amortización bien definidas y muy sostenibles, en un mercado secundario líquido, global y muy activo. Entre 2015 y 2017 se realizaron más de 4.000 transacciones en el mercado secundario y se entregaron aproximadamente 4.500 nuevos aviones, con una tasa de secundario en la flota mundial de alrededor del 8%. Adicionalmente, el mercado subyacente continúa creciendo a buen ritmo, desde los 250 millones de pasajeros en España en 2017 hasta los 270 millones en 2018, en una tendencia que continúa al alza.
El equipo gestor procede de una entidad financiera en la que gestionaba un vehiculo similar, con una flota de 60 aviones, con el que adquirió experiencia en la gestión de este tipo de activo. De acuerdo con su experiencia, es un tipo de vehículo de inversión muy atractivo para planes de pensiones y aseguradoras, algunas de las cuales lo incluyen ya en su cartera como elemento diversificador, especialmente por su descorrelación con los activos financieros estándar.
En el caso de los fondos de pensiones, la inclusión de este tipo de activos en su cartera está regulada por el Real Decreto 62/2018, de febrero del pasado año, donde se destaca “la inclusión expresa, como categoría independiente de activo apto para la inversión por los fondos de pensiones, de las acciones y participaciones de las entidades de inversión colectiva de tipo cerrado reguladas en la Ley 22/2014, de 12 de noviembre.”
La propuesta en la que trabaja Dunas Capital es un ejemplo de un tipo de activo novedoso en la industria española, pero ya en marcha en otros países europeos desde hace algunos años, de larga vida útil y en un mercado que está creciendo de forma notable.
Recibe flujos de caja estables y predecibles, no está correlacionado con los mercados, a efectos operativos está muy regulado y todos los riesgos los asume la aerolínea. Viajar en avión puede ser no solo apasionante, sino también rentable.
Paula Mercado es directora de análisis de VDOS