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S&P congela el rating de España por las elecciones

La agencia mantiene la nota de España en A- y DBRS en A

CINCO DÍAS

España seguirá siendo un notable. S&P ha decidido mantener inalterado el ráting de España en A-. La inminencia de las próximas elecciones han disuidido a esta agencia de llevar a España de la mano al sobresaliente. También la agencia de rating canadiense, DBRS, ha decidido mantener inalterado el rating de España en A, ya un escalón por encima de S&P.

S&P espera que la economía española crezca por encima de la media europea entre 2019 y 2022. Espera que este año crezca un 2,2% y que el ritmo se ralentice en los años siguientes por la madurez del ciclo económico. Apunta a un futuro alza de rating en caso de que España mantenga la senda de consolidación fiscal actual, si reduce la deuda o si se reducen las tensiones políticas en Cataluña, un aspecto que según afirma la agencia no forma parte de su escenario central. El aumento de las tensiones sería, para esta agencia, una causa para rebajar el rating.

El principal riesgo que apunta S&P son las elecciones generales del próximo 28 de abril y la posibilidad de que tras los comicios el nuevo Gobierno no tenga la fortaleza parlamentaria suficiente. "Mientras que la división política no afecta a las perspectivas económicas directamente, un retraso en afrontar los desafíos de la economía española puede dañar la economía a medio y largo plazo", reza el informe de esta casa de análisis.

La última vez que S&P mejoró la nota a España fue hace justo un año, de BBB+ a A-. España ha cambiado de Gobierno, del formado por el PP y liderado por Mariano Rajoy al del PSOE encabezado por Pedro Sánchez. Ahora ha convocado elecciones generales para el próximo 28 de abril.

No obstante, S&P se muestra confiada en que los próximos gobiernos mantengan la senda de reducción del déficit. Espera que el déficit se sitúe este año en el 2,2% del PIB, pese a que alerta del riesgo de mantener los presupuestos de 2018, pero incorporando el alza de las pensiones o del sueldo de los funcionarios y sin incluir las subidas de impuestos de los presupuestos de Sánchez rechazados por el Congreso.

La nota de S&P se sitúa en el mismo escalón que las otras dos agencias principales de rating, Fitch y Moodys. Esta agencia, sin embargo, mantiene la perspectiva en positiva, mientras que para las dos anteriores es estable.

Todo ello se produce en un momento especialmente plácido para la deuda pública española. La rentabilidad del bono español ha concluido la semana por debajo del 1,1%, en zona de mínimos de 2016. La prima de riesgo se encuentra en los 108 puntos básicos tras haber cotizado la semana pasada por debajo de los 100 por primera vez desde septiembre.

Los temores a una recesión global, que ya se empiezan a sentir en las perspectivas económicas de los principales organismo internacionales, han provocado que se activen activos refugio como la  renta fija. De hecho, la publicación del PMI en Francia y Alemania por debajo de lo esperado ha llevado al bund de nuevo a terreno negativo.

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