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Meliá e Iberostar intentan blindarse frente a demandas de EE UU por Cuba

Contratan despachos de abogados para defenderse de reclamaciones basadas en la ley Helms-Burton

Hotel de Meliá en Jardines del Rey (Cuba)
Hotel de Meliá en Jardines del Rey (Cuba)

Las empresas españolas con inversiones en Cuba se preparan para un nuevo escenario económico en el archipiélago. El presidente de EE UU, Donald Trump, ha optado por endurecer el embargo cubano, en paralelo a la presión sobre Venezuela, y ha abierto la puerta para que particulares y empresas de EE UU cuyos bienes fueron confiscados con la llegada del castrismo puedan reclamar una indemnización por ello.

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Esa posibilidad está contemplada en el capítulo III de la Ley Helms-Burton, que regula el embargo hacia Cuba desde 1996 y que se ha mantenido suspendido con prórrogas sucesivas de seis meses desde esa fecha. 2019 ha supuesto un giro radical. La penúltima prórroga fue solo de 45 días y la última es de tan solo 30 días y vence el 17 de abril.

“Se trata de utilizar la coerción económica para conseguir un cambio político, algo similar a lo que está sucediendo en Venezuela”, recalca Hermenegildo Altozano, socio del despacho de abogados Bird & Bird y especialista en temas relacionados con Cuba. Y al frente de esa presión se ha colocado Marco Rubio, senador republicano por Florida y presidente del Comité de Inteligencia del Senado. “Es un senador muy importante, influyente, que quiere hacer carrera política y que está usando su poder para intentar convencer a los cubanos en el exilio y a los EE UU de hacer reclamaciones y reactivar el mecanismo de coerción”, aseguran fuentes empresariales cercanas a la Administración de EE UU.

Meliá tiene 32 hoteles en la isla e Iberostar cuenta con 21

De hecho ya está activada la posibilidad de reclamar bienes confiscados por el castrismo. Desde el pasado 17 de marzo lo pueden hacer particulares y empresas, siempre que se cumplan dos requisitos: que el afectado hubiera registrado previamente su demanda contra un activo que consideraba suyo y que la empresa o administración contra la que dirige la demanda figure en una lista de "personas restringidas cubanas". En ese registro figuran en la actualidad 205 entidades. Una de ellas es Gaviota, el grupo de turismo del Ejecutivo Cubano, que posee 84 hoteles en Cuba en régimen de propiedad y cuya gestión cede a operadores extranjeros. Meliá explota seis de esos hoteles (dos en Varadero, tres en Villa Clara y otro en Jardines del Rey) e Iberostar otros seis (uno en la Habana, tres en Varadero, uno en Villa Clara y otro en Jardines del Rey). Si algún ciudadano hubiera registrado una demanda con anterioridad, podría activarse la reclamación contra los citados establecimientos gestionados por Meliá e Iberostar incluidos en esa lista negra.

EE UU tiene registradas 6.000 demandas por un importe cercano a los 8.000 millones de euros

Ambas compañías ya han contratado los servicios de varios despachos de abogados para preparar su defensa, especialmente si se activa un segundo escenario a partir del próximo 17 de abril. Desde esa fecha, particulares y empresas podrían demandar la recuperación de los bienes confiscados, siempre y cuando el Ejecutivo de EE UU active el capítulo III. Ignacio Aparicio, socio de Andersen Tax & Legal y director del Cuban Desk del despacho, recalca que existen cerca de 6.000 reclamaciones certificadas ante la Comisión de Liquidación de Reclamaciones Extranjeras, una agencia dependiente del Gobierno, por importe estimado de 9.000 millones de dólares (7.959 millones de euros), pero se calcula que el importe global es muy superior.

“La respuesta de la UE será decisiva”

Acuerdo. Bruselas y Washington firmaron un memorando de entendimiento en 1997 que fijaba la suspensión del capítulo III de la Ley Helms-Burton sine die a cambio de que Europa trabajara por la recuperación de los derechos humanos y la democracia en Cuba. EE UU ya amenazó varios años después con activar las reclamaciones y la UE presentó una demanda ante la OMC que posteriormente retiró. Pese a ello, fuentes jurídicas consultadas creen que se podría reactivar en cualquier momento.

Acciones. Desde la Cámara de España se ha reclamado, si finalmente se produce el endurecimiento del embartgo, la activación del artículo 6 del Blocking Statute de la Unión Europea que permite a los estados miembros afectados por la Ley Helms-Burton iniciar acciones legales en territorio de la Unión Europea en contra de las empresas estadounidenses demandantes de sanciones a las empresas europeas con intereses en Cuba. Ese artículo, sin embargo, no afectaría a particulares.

Prohibición. Hermenegildo Altozano, socio del despacho Bird & Bird, considera que una respuesta adecuada por parte de la UE, en el caso de que se active el capítulo III de la ley Helms-Burton, sería la prohibición de entrar en suelo europeo a cualquier particular o empresa de los que haya presentado una demanda.

Las dos empresas españolas más afectadas por ese endurecimiento del embargo serían Meliá e Iberostar. Melia tiene 32 hoteles operativos en el archipiélago, 7 en construcción y unas 15.000 habitaciones, mientras que Iberostar tiene 21 hoteles y 6.300 habitaciones. La hotelera dirigida por la familia Fluxá tiene un importante plan de expansión aprobado para llegar a las 12.000 habitaciones en 2020.

Los despachos de abogados consultados por Cinco Días creen poco probable que se activen  expropiaciones, pero sí consideran más plausible que se aprueben otras medidas de presión económica. “Veo altamente improbable que uno de los reclamantes certificados pueda iniciar el proceso de reclamación, pero si lo hiciera eso podría generar un deterioro de la calificación crediticia de las compañías y podría provocar un recorte de las líneas de crédito a las empresas españolas”, recalca Altozano, que acaba de regresar de un viaje relámpago a Londres donde ha tratado de ese tema de cuba con inversores ingleses con intereses en la isla. Desde otro despacho, que prefiere guardar el anonimato, consideran más probable la posible interposición de recursos y presentan una posible derivada. “El pulso podría intensificarse si se pasara de la amenaza a la realidad y el Ejecutivo norteamericano también podría optar por embargar flujos de caja o activos de la compañía en suelo estadounidense”. Meliá cuenta con tres establecimientos en EE UU (Nueva York, Miami y Orlando) e Iberostar cuenta con otros dos (Nueva York y Miami).

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