Los males legales envenenan el futuro de Bayer
Hasta que se resuelvan las reclamaciones por el glifosato, determinar el valor del grupo implica conciliar la emoción con la ciencia
Un segundo tribunal de EE UU ha dicho que el herbicida Roundup, de Bayer, causa cáncer. La empresa ha perdido un 34% de valor bursátil desde el primer fallo adverso, en agosto, que ha exterminado en la práctica el valor de su unidad CropScience, a la que pertenece Roundup. Con miles de reclamaciones pendientes, puede ser peor.
La noticia da más munición a los críticos con la compra por 54.700 millones del fabricante de Roundup, Monsanto, cerrada por Bayer hace casi un año. El grupo alemán esperaba combinar su negocio de protección de cultivos con la experiencia de Monsanto en semillas, para vender más productos cruzados. Pero el precio fue 6.000 millones superior al valor actual de los ahorros de costes declarados, según nuestros cálculos. Y ahora parece que Bayer también compró una responsabilidad legal potencialmente enorme.
Un jurado de San Francisco ha decidido que el ingrediente glifosato puede causar cáncer. Es un tribunal federal, así que puede servir de guía en otros lugares de EE UU, donde 11.200 demandantes han presentado reclamaciones similares. La segunda fase del juicio debe decidir si Monsanto sabía de esas propiedades cancerígenas y no lo confesó.
Bayer mantiene su fe en estudios que exoneran al glifosato. Pero la situación parece precaria, sobre todo porque los jurados tienden a confiar más en las emociones que en las ciencias duras, especialmente cuando se trata de daños. En agosto, un tribunal de California concedió una indemnización de 254 millones de euros a un jardinero que culpó de su cáncer a Roundup, aunque más tarde se redujo a 69 millones. Aplicar esa cifra a todos los reclamantes sumaría 770.000 millones, más de 13 veces el valor de mercado de Bayer. Los analistas de Baader Helvea estiman que si el valor de CropScience es 0, el de Bayer es de 60 euros por acción, 3 menos que el cierre de ayer. El peor escenario es muy poco probable. Pero el fallo borra las posibilidades de que el de 2018 se desvanezca en la apelación. Hasta que se resuelvan las reclamaciones, determinar el valor de Bayer implica conciliar la emoción con la ciencia.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías