Inditex ofrece más dividendo, pero con menos crecimiento
Los resultados son excelentes, pero la compañía acusa el cambio de hábitos de los consumidores y la competencia online
Inditex anunció ayer récords de ventas, de beneficios y de dividendos y sus acciones cayeron en Bolsa con fuerza. El mercado pone precio todos los días a las empresas cotizadas y esa aparente paradoja tiene una explicación. Los resultados de Inditex son excelentes, muestran una compañía saneada, bien gestionada, con planes de expansión y que ha abordado el desafío de la venta online con decisión. Pero, al tiempo, denotan que la historia de crecimiento por la que los inversores han estado valorando la compañía frena su ritmo, en parte por los cambios en los hábitos de los consumidores y en parte por la creciente competencia, sobre todo en el canal digital.
El crecimiento de Inditex del pasado año fue el más bajo de su historia. Casi todo ese crecimiento vino además de las ventas por internet, que aportaron cerca de 700 de los 800 millones en que aumentó la facturación del grupo. Eso quiere decir que las ventas en las tiendas se quedaron prácticamente estancadas, algo que no le había ocurrido nunca al gigante español de la moda. El grupo, además, solo sumó 15 tiendas en un año, pese a que su estimación inicial era la de aumentar entre 150 y 200. En la mayoría de sus principales mercados ha reducido el número de tiendas, aunque ha conseguido elevar casi un 5% neto la superficie total de venta (un 8% bruto) con aperturas más grandes y ampliaciones.
Con todo, el grupo continúa la estrategia de expansión global de su modelo integrado de tiendas y online y prevé un crecimiento de las ventas comparables entre el 4% y el 6% en 2019, si bien todo apunta a que reducirá también el ritmo de aumento de la superficie de ventas. Frente al 8% de 2018, ahora prevé un crecimiento bruto del 5% al 6%, con unas 300 aperturas y 250 cierres (absorciones, en su denominación) y no da indicaciones del aumento neto.
Los inversores interpretan que hay cierto punto de inflexión en el ritmo de crecimiento y la propia empresa parece apuntar en esa dirección al reducir el ritmo de las inversiones y aumentar el pago de dividendos. El mercado es libre de poner un precio mayor o menor a sus acciones por sus proyecciones a futuro. Pero hoy por hoy, Inditex sigue siendo la mejor de la clase en términos de gestión, excelencia operativa, flexibilidad y respuesta a la demanda de los consumidores. Sus marcas son reconocidas y poderosas y, aunque sufre en alguna medida la competencia online y el cambio de hábitos de los consumidores, Inditex también ha respondido a esos desafíos mejor que sus rivales.