CaixaBank convierte a sus clientes en Griezmann
La entidad financiera permite a 50 aficionados al Atlético de Madrid jugar sobre el césped del Wanda Metropolitano, con el fin premiar la fidelidad de los usuarios
Viernes, 19 horas, Wanda Metropolitano. El himno del Atlético de Madrid se oye en todos los rincones de la antigua Peineta, recinto convertido por el estudio Cruz y Ortiz en un impresionante estadio. Por megafonía se va anunciando el nombre de cada jugador, 50 en total, que van saltando al terreno de juego, vestidos con la equipación rojiblanca personalizada. A la mayoría se le encogerá el corazón: durante 90 minutos vivirá una experiencia única, ya que disputará un partido sobre el mismo césped en el que cada 15 días lo hace su equipo. Soñarán que son Griezmann.
Esa es la finalidad con la que CaixaBank, patrocinador oficial y socio financiero del club, ha organizado un encuentro exclusivo, para aproximar el Atlético de Madrid a sus aficionados, haciéndoles disfrutar de un momento irrepetible al permitirles vestir y sudar la camiseta de sus amores, al igual que lo hacen cada semana los futbolistas profesionales. En este caso, son medio centenar de clientes, seleccionados por sorteo, de la entidad financiera, que precisamente dispone de una tarjeta exclusiva del Atlético de Madrid para ofrecer a sus simpatizantes.
Esta iniciativa forma parte de una estrategia impulsada por CaixaBank en 2011, con la finalidad de convertirse en el banco de referencia de los clubes de fútbol en España. En la actualidad, la entidad patrocina a 16 equipos de Primera División, entre los que se encuentran, además del Atlético de Madrid, el Barcelona, Español, Villarreal, Levante, Real Madrid, Valencia, Getafe, Sevilla, Huesca, Eibar, Betis, Alavés, Leganés, Girona, y Valladolid.
También apoya financieramente a 15 conjuntos de Segunda División: Nàstic de Tarragona, Reus, Málaga, Almería, Granada, Cádiz, Zaragoza, Osasuna, Sporting de Gijón, Oviedo, Mallorca, Las Palmas, Albacete, Elche y Tenerife. Además, apoya cerca de 50 carreras populares en toda España y lleva más de siete años sosteniendo, entre otros, el proyecto Plaza 3x3 CaixaBank, torneo que impulsa el baloncesto amateur en 10 ciudades españolas.
El patrocinio deportivo, afirman desde el banco, es una herramienta estratégica de comunicación con la que se pretende impartir valores que la entidad comparte con la práctica deportiva, como son el liderazgo, el esfuerzo, la superación y el trabajo en equipo. A través de este tipo de acciones, la entidad financiera fomenta el progreso cultural, social y económico, en línea con sus valores fundacionales de compromiso con la sociedad. En este sentido, la institución busca avanzar en la generación de negocio al ofrecer experiencias únicas a sus clientes en cada territorio de influencia de la entidad, que cuenta con 5.000 oficinas distribuidas por todo el país.
El objetivo se centra en incrementar la notoriedad de marca, captar y fidelizar a los clientes en un entorno cada vez más competitivo, a la vez que aprovechar nuevas oportunidades comerciales mediante el patrocinio de los clubes del fútbol. Es la esencia de las denominadas experiencias money can’t buy, aquellas que el dinero no puede comprar, pero que se guardan con celo en la memoria. Desde el inicio del programa, CaixaBank ha comercializado 200.000 tarjetas vinculadas a los clubes de fútbol patrocinados, ha captado más de 25.000 nóminas de los aficionados y ha financiado un total de 50.000 abonos.
El deporte es el eje sobre el que pivota toda la estrategia de patrocino, tanto a nivel local como nacional, siendo una de las entidades que antes se inició en este tipo de padrinazgo en España. La implicación de CaixaBank con el deporte se remonta a hace 25 años, cuando decidió apoyar el deporte de alta competición mediante un acuerdo suscrito con el Plan ADO (Asociación Deportes Olímpicos), que actualmente representa la apuesta continua por la promoción y el desarrollo del deporte olímpico y de élite en España. El programa ADO se inició en 1987 con el objetivo de ofrecer los medios necesarios a los deportistas para lograr un buen resultado de cara a los Juegos Olímpicos de 1992, celebrados en Barcelona.