Sánchez se despide del Senado prometiendo una reforma laboral
Insta a Podemos a seguir trabajando juntos tras las elecciones
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se despidió este martes del Senado, en la última sesión de control al Ejecutivo en la Cámara Alta antes de la disolución de las Cortes prevista para próximo 5 de marzo, aseverando que le “han quedado cosas en el tintero” como la derogación de los aspectos más lesivos de la reforma laboral del PP y confió en retomarla tras las elecciones del 28 de abril.
Sánchez aludió también a otros aspectos pendientes de su agenda social, como la ley de la Eutanasia o la modificación de la ley de Memoria Histórico, que espera poder abordar cuando “se dé la espalda a la crispación” en unos comicios en los que aspira a lograr una amplia mayoría progresista.
En este sentido, Sánchez dijo comprender que Unidos Podemos “deba distanciarse del PSOE” durante la precampaña electoral, pero les conminó a seguir trabajando juntos en la próxima legislatura. De hecho, el presidente aprovechó su intervención para agradecer a Podemos el apoyo que ha prestado a su Gobierno en los últimos ocho meses así como el aval a la moción de censura del pasado mes de junio. Un hito, defendió ante la visible indignación de los senadores populares, que permitió sacar a la política española del “lodazal de corrupción” en la que la había sumido el Gobierno de Mariano Rajoy.
La sesión de la Cámara Alta también fue el primer encuentro de Sánchez con las formaciones independentistas catalanas después de que estas sentenciaran la legislatura actual al tumbar su proyecto presupuestario. El presidente les afeó haber tumbado unas cuentas buenas para Cataluña y advirtió a ERC que se arriesga a ser “devorado por el independentismo” como el PDeCAT.
Finalmente, Sánchez criticó a PP y Cs por bloquear un buen número de iniciativas legislativas.
En respuesta, la portavoz de Podemos en el Senado lamentó que Sánchez haya “tirado la toalla” de los Presupuestos por la presión de la derecha contra su negociación con la Generalitat, como también criticó ERC, mientras el PP le exigió que garantice que no volverá a negociar con secesionistas.
En paralelo, el grupo ultraderechista Vox entró este martes por primera vez en el Senado al tomar uno de los 11 escaños de Andalucía tras los comicios regionales.