La morosidad, primer factor para acabar con tu empresa
Las pymes españolas afrontan el retraso de los pagos con preocupación.
El endeudamiento es uno de los principales problemas de las pymes españolas. En muchos casos, es el detonante del cierre del negocio. Así lo aseguran los expertos en la materia.
Y es que la morosidad amenaza la viabilidad del 30% de las pymes en España, alertan desde Intrum. Algunas medidas de financiación a corto plazo o los créditos en otras divisas son los principales causantes de estos serios quebraderos de cabeza.
¿Por qué se endeudan las pymes? Uno de los principales motivos es el retraso en los pagos. El último Informe Europeo de Pagos, elaborado por la mencionada compañía, señala que cuatro de cada diez empresas temen que el retraso en los pagos tenga un impacto negativo en su liquidez, mientras que tres de cada diez aseguran que esta situación pone en peligro su crecimiento.
Al mismo tiempo, una cuarta parte de las empresas afirma que de recibir sus pagos a tiempo podrían contratar a más profesionales.
Otros factores que causan morosidad, y que las pymes deben tener en cuenta en su balance, son la financiación a corto plazo, las deudas domiciliadas y la solicitud de créditos en otras divisas.
El primero de ellos es uno de los errores más comunes en las pymes españolas. Y es que financiar proyectos de largo plazo a corto plazo es contraproducente. Los especialistas argumentan que de este modo se corre el riesgo de tener que amortizar el préstamo antes de que la inversión en sí haya comenzado a dar sus frutos.
Las deudas ‘gota a gota’, como se les conocen, son aquellas que se pagan poco a poco, las que están domiciliadas. En estos casos puede resultar atractivo para la empresa, pero se deben tener muy en cuenta los intereses derivados de este tipo de financiación, ya que podrían llegar a superar el capital.
En lo que respecta a solicitar créditos en otras divisas, estos productos están indicados para organizaciones que realizan operaciones de importación o exportación de bienes o servicios.
Su objetivo es conseguir una financiación más económica que la que se obtendría solicitando el préstamo en euros. Pero sus riesgos son elevados, ya que las divisas cotizan diariamente en el mercado y sus cuotas pueden permutar de manera brusca a lo largo del tiempo.