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El abogado de Junqueras califica de “juicio político” la causa en el Supremo

Torra no hace declaraciones y saluda protocolariamente a Carlos Lesmes

El presidente de la Generalitat, Quim Torra (fondo-2i), saluda a los doce líderes independentistas acusados por el proceso soberanista catalán que derivó en la celebración del 1-O y la declaración unilateral de independencia de Cataluña (DUI), en el banquillo del Tribunal Supremo, al inicio del juicio del "procés".
El presidente de la Generalitat, Quim Torra (fondo-2i), saluda a los doce líderes independentistas acusados por el proceso soberanista catalán que derivó en la celebración del 1-O y la declaración unilateral de independencia de Cataluña (DUI), en el banquillo del Tribunal Supremo, al inicio del juicio del "procés".Emilio Naranjo (EFE)

El Tribunal Supremo da inicio hoy al juicio del "procés", en el que están acusados doce líderes independentistas, incluido el exvicepresident Oriol Junqueras, por el proceso soberanista catalán que derivó en la celebración del 1-O y la declaración unilateral de independencia de Cataluña (DUI).

El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha entrado a las 9.15 de este martes en al Tribunal Supremo para asistir como público al juicio por el 'procés' independentista en Cataluña sin hacer declaraciones a la prensa. Una vez dentro ha mantenido un breve encuentro con el presidente del Tribunal, Carlos Lesmes.

Poco antes habían llegado los presos, salidos desde las cárceles de Alcalá Meco y Soto del Real alrededor de las 7.30 hacia la Audiencia Nacional. De allí han sido  trasladados al Tribunal, que no cuenta con dependencias para presos. Los acusados esperarán en el Salón de Plenillos a que empiece el juicio. Será en ese salón donde también permanezcan durante los recesos del juicio y la hora de comer

Oriol Junqueras se enfrenta a la mayor petición de pena, 25 años de cárcel. También están acusados del delito más grave, el de rebelión, los exconsellers Jordi Turull, Josep Rull, Joaquim Forn, Raül Romeva, Dolors Bassa, Santi Vila, Carles Mundó y Meritxell Borrás; la expresidenta del Parlament Carme Forcadell y los representantes de las asociaciones soberanistas ANC y Omnium Cultural, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, respectivamente.

La Fiscalía pide para ellos penas que oscilan entre los 7 y 25 años de cárcel por los delitos de rebelión, malversación y desobediencia, mientras que la Abogacía del Estado las rebaja a entre 7 y 12 años de prisión al acusar por sedición. Vox, acusación popular, pide condenas de 24 a 74 años.

Divergencias de criterio

Las divergencias de criterio entre las acusaciones se asientan en un elemento clave sobre el que pivotará el juicio: la violencia. Mientras que la Fiscalía y Vox sustentan en ella su acusación por rebelión, al considerar que hubo violencia y que fue permitida por los acusados, la Abogacía ve más bien una "actitud hostil" y las defensas presumen del carácter pacífico del "procés" y apuntan a que la única violencia que se produjo en las calles fue la policial.

Será la primera vez en la que los doce acusados coincidan en Sala en un juicio que estará envuelto por una gran expectación mediática, como demuestran los más de 600 periodistas acreditados; y también política, habida cuenta de que a la jornada de hoy acudirá el presidente de la Generalitat, Quim Torra, la consellera de Justicia Esher Capella, y el de Territorio, Damià Calvet.

Les acompañará el vicepresident Pere Aragonés, quien sin embargo no podrá acudir a la sala de vistas por tener la condición de testigo en el juicio. También está previsto que acudan dos diputados del Parlament y otros dos de la cámara vasca.

La vista arrancará con las cuestiones previas, que las defensas aprovecharán para reclamar por última vez toda la prueba que le fue denegada, y alegarán la vulneración de aquellos derechos fundamentales a los que el Tribunal de Estrasburgo pueda prestar mayor atención en el futuro.

La competencia del juez Manuel Marchena, presidente del tribunal y ponente del auto de admisión de la causa, la petición de nulidad del juicio o el uso del catalán serán algunas de las cuestiones que estarán sobre la mesa.

Las defensas pedirán traducción simultánea y no consecutiva al considerar que ésta rompe la oratoria y genera indefensión, lo que implica que varios acusados puedan acabar optando por declarar en castellano. Hasta el momento se desconoce dónde se sentarán los acusados, dada la flexibilidad que les ha dado el tribunal para ubicarse detrás de las defensas.

Está por ver si los de ERC y PdeCAT escenificarán o no una división al sentarse unos en el banquillo y otros al lado o detrás de sus abogados, quienes todavía no tienen claro por qué optarán.

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