Tecnología con ética
Cuando las nuevas tecnologías se las encara con una visión ética sus aportes pueden ser formidables
En 2019 se seguirá avanzando intensivamente en las nuevas tecnologías. Los hechos muestran que pueden producir grandes progresos, pero también ser manipuladas regresivamente. Cuando se las encara con una visión ética, priorizando el bien común, sus aportes pueden ser formidables. Algunos ejemplos recientes:
Han surgido diversas startups que están dando a los drones un uso singular. Según The New York Times, Swoop Aero se alió con Unicef para llevar vacunas a través de drones a una remota nación del Pacífico Sur, Vanuatu. El 20% de sus niños no están apropiadamente vacunados. Zipline utiliza drones para enviar sangre y medicinas a lugares de muy difícil accesibilidad. Inició sus operaciones en Ruanda donde lleva 8.000 envíos y se está expandiendo a Ghana.
El 50% de la población mundial carece de una instalación sanitaria adecuada. Ello tiene alta incidencia en las enfermedades gastrointestinales de los niños pobres. La Fundación Gates abrió un concurso para la búsqueda de soluciones tecnológicas creativas. Generó varias basadas en la utilización de energía solar y que reciclan los desechos convirtiéndolos en abono.
Code for America creó Clear My Record, una herramienta tecnológica que permite a personas con un historial delictivo menor reducirlo o eliminarlo y tener así más posibilidades de conseguir vivienda y trabajo. Junto a la Procuraduría de San Francisco, crearon un programa que automáticamente suprime condenas vinculadas con la marihuana dentro del marco de la ley. Permitirá expurgar 250.000 condenas en 2019.
Microsoft lanzó un programa de inteligencia artificial (IA) para la accesibilidad. Premia con 25 millones de dólares a los investigadores y ONG que diseñen aplicaciones de IA para ayudar a personas con discapacidad.
El nivel de interés ético de los especialistas en alta tecnología se expresó repetidamente en 2018 en amplias movilizaciones en Google, Amazon y otras, para presionar a favor de la comunidad en macroproyectos vinculados con el cambio climático, la discriminación de género y otros temas clave. Las potencialidades de ligar la tecnología con causas éticas son inmensas, como lo ilustran los ejemplos anteriores. Se trata, como lo planteó Satya Nadella, CEO de Microsoft, de que en la industria de las nuevas tecnologías “nos preguntemos a nosotros mismos no solo lo que una computadora puede hacer, sino qué es lo que debería hacer”.