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Contabilidad nacional

España crece un 2,5% en 2018 por el tirón de la demanda interna

La economía aguanta en medio de la ralentización de la zona euro. Avanzó un 0,7% en el cuarto trimestre, por encima del resto de los socios

Evolución del PIB y sus componentes
Alejandro Meraviglia
Laura Salces Acebes

La economía española aguantó con buen tipo la ralentización de la zona euro en la segunda mitad de 2018, lastrada por las consecuencias de la guerra comercial y la inestabilidad provocada por la política italiana. Así, el año pasado el PIB español aumentó un 2,5%, lo que supone la menor subida desde 2014 tras tres años avanzando por encima del 3%, según el avance de la Contabilidad Nacional publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

En el cuarto trimestre del año, la economía avanzó un 0,7%, una décima más que en los trimestres previos por el empuje del empleo, que se elevó un 0,6%, y la recuperación de las exportaciones. "Un crecimiento notable", según aseguró la ministra de Economía, Nadia Calviño, que recordó que España sigue creciendo por encima de la media comunitaria.

La tasa de crecimiento anual publicada por Estadística es una décima inferior a la prevista por el Gobierno pero se sitúa en línea de las estimaciones de organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco de España.

El crecimiento de la economía española se fundamentó el año pasado en la contribución de la demanda interna que logró compensar la caída de la externa. Esta acumula ya cuatro trimestres consecutivos en negativo penalizada fundamentalmente por la desaceleración en la zona euro, que el año pasado creció un 1,8%, seis décimas menos que en 2017.

La demanda nacional repuntó un 2,9% el año pasado gracias al consumo, que subió un 2,4%, y a la inversión (5,4%). Por su parte, la contribución de la demanda externa al crecimiento del PIB a precios de mercado fue negativa, del 0,4%, por unas importaciones que crecieron al 3,6% frente al 5,6% registrado un año antes. Las exportaciones, a su vez, limitaron el avance registrado en 2017, del 5,2% al 2,2%, mostrando también así en el frenazo de la competitividad de las empresas españolas en el último año frente a sus competidoras extranjeras.

Repunte del gasto público

En el cuarto trimestre, el gasto consumo final se elevó un 2,3% sobre el mismo trimestre de 2017 y resultó dos décimas superior a la de los dos trimestres previos. El gasto de los hogares subió una décima con respecto al tercer trimestre (2,2%), si bien el de las administraciones públicas repuntó nueve décimas, hasta el 3%. El aumento del gasto público explica una tercera parte del crecimiento del PIB trimestral.

Las inversiones –formación bruta de capital– suavizaron su impulso hasta el 4,5% en el cuarto trimestre, 1,1 puntos menos que el trimestre previo. Desglosado este capítulo, el menor repunte se registró tanto en la inversión en viviendas (siete décimas menos que en el tercer trimestre) como en maquinaria y bienes de equipo, capítulo que pasó de crecer un 7% entre julio y septiembre a un 4,8% en el cuarto trimestre.

En la demanda externa, las exportaciones de bienes de equipo repuntaron cinco décimas en el cuarto trimestre de 2018, hasta el 1,8% interanual, gracias a la mejora de las tasas interanuales de las exportaciones de bienes, que pasan del 1% al 1,6%, y de las exportaciones de servicios, que suben del 2% al 2,1%. Las importaciones de bienes y servicios subieron en el último trimestre del año al 3,1%, seis décimas más que en el trimestre previo.

Una mirada al PIB desde el punto de vista de la oferta desvela que el componente industrial se contrajo al 1,1%, desde el crecimiento del 1,2% del tercer trimestre, por la caída de las exportaciones. La construcción, por su parte, moderó su dinamismo al subir un 6,3% interanual frente al 7,1% del trimestre previo. A su vez, los servicios mejoraron su peso al subir un 2,9% interanual, tres décimas más que en el tercer trimestre. Dentro de ellos, el mayor avance interanual fue para las actividades financieras y de seguros, seguidas por información y comunicaciones y actividades profesionales.

A precios corrientes el deflactor del PIB se desaceleró hasta el 0,8% en el cuarto trimestre tras haberse mantenido en torno al 1% en los trimestres previos. El PIB se situó en los 1.206.878 millones de euros a precios corrientes a cierre de ejercicio, un 3,5% por encima de un año antes.

En el reparto de la riqueza generada, los salarios continuaron con su avance frente a la contención en los beneficios de las empresas. Así, mientras que la remuneración de los asalariados creció un 4,7% interanual en el cuarto trimestre del año, la tasa más alta en los dos últimos años, el excedente de explotación bruto se redujo hasta una tasa del 1%, muy lejos ya del 6,2% interanual registrado en el cuarto trimestre de 2017.

La remuneración por asalariado intensificó su avance hasta el 1,5% interanual en el cuarto trimestre, cuatro décimas más que en el trimestre previo. El coste laboral unitario, por su parte, avanzó el 1,6%, cuatro décimas más. La tasa es ocho décimas superior a la variación experimentada por el deflactor del PIB.

La economía creó 463.000 empleos a tiempo completo el año pasado

El empleo creció un 2,6% interanual. Los ocupados en términos de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo se elevaron un 2,6% interanual en el cuarto trimestre, una décima más que en el trimestre previo. Ello supone un crecimiento de 463.000 empleos. La cifra contrasta con la publicada por la EPA 566.200, que incluye tanto a trabajadores con jornada completa como con parcial. Por sectores, se destruyó empleo en la agricultura (-1,5 %) y la industria (-1,4 %), mientras que se creó en los servicios (2,7 %) y la construcción (11,5 %), que suma cinco trimestres consecutivos al alza. Los ocupados alcanzan según Contabilidad Nacional los 18,49 millones, frente a los 19,56 registrados en la encuesta de población activa.

Marcando distancias con Italia. El mercado hace tiempo que hace una clara distinción entre la deuda soberana española y la italiana y la diferencia quedó refrendada ayer. Frente a la entrada en recesión técnica de la economía italiana en el cuarto trimestre –con un retroceso del 0,2% que se aceleró desde el 0,1% de contracción del trimestre anterior–, el PIB español logró una ligera mejoría en el último trimestre del año. Así, la economía española creció entre octubre y diciembre el 0,7%, una décima más que entre julio y septiembre. La prima de riesgo española está en los 105 puntos básicos y la italiana, en los 244.

El paro en la zona euro, en mínimos de una década. La tasa de paro de la zona euro se situó en diciembre en el 7,9%, una décima menos que el mes anterior y su nivel más bajo desde octubre de 2008, mientras que en el conjunto de la UE –donde el PIB creció el 1,9% el pasado año– el desempleo se mantuvo en el mínimo histórico del 6,6%. España es el segundo país de la UE con peores cifras de paro, con un 14,3%, solo por detrás del 18,6% de Grecia, que únicamente dispone de datos hasta octubre.

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Sobre la firma

Laura Salces Acebes
Es jefa de sección de Mercados/Inversión de Cinco Días, donde ha ejercido la mayor parte de su trayectoria profesional. Entre 2017 y 2020 coordinó también la sección de Economía y previamente estuvo especializada en empresas turísticas.

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