La industria española del videojuego sigue creciendo pero sufre falta de financiación
Eleva su facturación un 15,6% hasta 713 millones. La ministra de Industria asegura que tendrá un "papel relevante" en la futura agenda sectorial de la industria cultural y creativa
La facturación de la industria española de producción de videojuegos sigue creciendo. En 2017 sumó 713 millones de euros, un 15,6% más que en 2016, situándose como el cuarto mercado europeo más importante y el noveno a nivel mundial, según ha anunciado hoy la Asociación Española de Empresas Productoras y Desarrolladoras de Videojuegos y Software de Entretenimiento (DEV). En el acto de presentación del Libro Blanco del Desarrollo Español de Videojuegos ha estado presente el Ministro de Cultura, José Guirao, y también la ministra de Industria, Comercio y Turismo Reyes Maroto, en su caso a través de un vídeo.
Maroto señaló que el videojuego tendrá "un papel relevante" en la futura agenda sectorial de la industria cultural y creativa impulsada por el Gobierno de Pedro Sánchez, en la que ya trabajan junto al ministerio de Cultura. La ministra resaltó el "papel clave" de esta industria en la transformación digital de la economía y destacó que es una "fuente de riqueza y empleo joven, de alta cualificación". Maroto reconoció que, aunque España es uno de los principales mercados del videojuego a nivel mundial, "es necesario seguir avanzando y trabajar juntos para que este sector ocupe el lugar que se merece".
Según DEV, el empleo de este sector sumó en 2017 un total de 6.337 profesionales, un 16,5% más. El censo español de empresas legalmente establecidas y constituidas que se dedican al desarrollo y producción de videojuegos asciende a 455, y el 81% de las empresas activas se creó en los últimos 10 años. La asociación también informó de que hay unos 160 proyectos a la espera de constituirse como entidad legal.
Las previsiones avanzadas por DEV indican que la facturación de esta industria en España crecerá a un ritmo anual del 23%, lo que supondrá alcanzar en 2021 los 1.630 millones de euros. Para ese año se estima que el número de empleos directos superará los 12.000.
Por comunidades autónomas, la mayor parte de las empresas se concentran en cuatro comunidades, la de Cataluña, Madrid, Valencia y Andalucía. La primera de ellas se consolida como el principal polo de esta industria en España, con el 31% de las empresas, que suponen la mitad de la facturación y del empleo.
Otros datos revelados indican que el 81% de las empresas desarrolla propiedad intelectual propia. Igualmente, el 42% desarrolla videojuegos por encargo y el 20% publica sus juegos o juegos de terceros. El 21% también lleva a cabo actividades formativas. El sector sigue apostando, según DEV, por la realidad virtual, aumentada y mixta, y los eSports.
La venta digital es la que más facturación genera a estas empresas, seguida por los modelos de negocio free to play con monetización por publicidad o compras in-game. Los videojuegos por encargo, de media, ya representan un cuarto de los ingresos del sector.
La asociación ha resaltado que la industria del videojuego español es "altamente exportadora", ya que el 67% de los ingresos provienen de los mercados internacionales, un 10% más que en 2016. Fundamentalmente, ha crecido el peso de los mercados norteamericano y asiático.
En cuanto a los retos, DEV destacó cuatro: la atomización de la industria (el 88% de las empresas factura menos de 2 millones de euros y el 74% emplea a menos de 10 personas), el acceso a la financiación (el 87% necesita recursos económicos y la mayoría se financia medios personales de con los fundadores), la escasa presencia de la mujer en esta industria, pues el empleo femenino solo alcanza el 16,5%, y la dificultad para encontrar en el mercado los perfiles profesionales con formación adecuada.
El ministro de Cultura animó al sector a "ir hacia la paridad", y destacó que "en la medida en que seamos capaces de usar esta industria para impulsar la innovación en otras industrias, estaremos cumpliendo con los nuevos fines de una economía e industria cultural del Siglo XXI con la innovación como motor de desarrollo y competitividad".
Guirao también animó a las empresas de esta industria a incorporar más "valores éticos" en los contenidos de los videojuegos y defendió su papel, pues "al igual que el cine y la literatura, transmite valores, ideas y provoca emociones".