Una apuesta por la Bolsa para 2019 tan flexible como diversificada
Los expertos aconsejan una asignación de activos más repartida, pero también más dinámica
El ejercicio recién comenzado mantiene idénticas incertidumbres a las que marcaron todo 2018. El mar de fondo de las tensiones geopolíticas, la guerra comercial y una política monetaria de reducción de estímulos y tipos al alza avanzan un año en el que la volatilidad volverá a ser una constante. Ante este panorama, la Bolsa, que ha completado la primera semana del año con una sustancial subida, se consolida como la opción preferida de inversión por los analistas, que ven elevado potencial especialmente en Europa. No obstante, las previsiones se moderan frente a la alegría de otros ejercicios, en que las ganancias de dos dígitos eran una estimación tan común como poco fiable. Del peligroso ambiente del vale todo se ha pasado a un elevado nivel de selección, algo que nunca debió dejar de ser imprescindible.
La ausencia del tradicional rally de fin de año y las notables caídas que contribuyeron a anularlo han elevado las dosis de prudencia y la acertada apuesta por la Bolsa lleva ahora implícito un carácter más defensivo. La duda sobre si 2019 asistirá a una remontada del mercado de acciones es la imagen más clara del panorama con que empieza el año, algo perfectamente compatible con la idea, bastante extendida, de que las Bolsas están, en términos generales, sobrepenalizadas y se recuerda la escasa probabilidad histórica de dos años seguidos de retrocesos en la renta variable.
Con un nuevo frente abierto en Wall Street, donde los frenazos de las tecnológicas, encabezados por Apple, parecen señalar que el pujante sector se ha encontrado con el mal de altura, los expertos aconsejan una asignación de activos más diversificada, pero también más dinámica y combinando valores grandes y pequeños, aunque líderes en sus segmentos, con el objetivo de sacar partido de los cambios en los vientos.
En un marco de clara puesta por la renta variable, hay cierto consenso en que los márgenes, los resultados empresariales y la rentabilidad por dividendo siguen haciendo atractivo el mercado europeo. Los sectores energético y de telecos dominan para este año en unas carteras en las que también destacan bienes personales y farma. En la Bolsa española el sector bancario, el de mayor peso, fue la gran apuesta a principios de 2018 y resultó fallida por la prolongación de los tipos cero más allá de lo previsto y las sentencias judiciales en contra. Todo indica que ese panorama está superado, aunque los analistas insisten en extremar la prudencia. Un consejo más que necesario, y aplicable a todos los sectores en un entorno de volatilidad al que se suman los temores crecientes a una ralentización económica.