La mejora financiera del sector empresarial público, una batalla sin fin

El endeudamiento empresarial público ha vuelto a niveles de antes de la crisis

Las empresas del sector público han experimentado un proceso continuo de recorte de la deuda en términos agregados desde 2011, que la sitúa hoy en menos de 37.000 millones de euros, frente a una cifra que hace siete años se acercaba peligrosamente a los 50.000 millones. Se trata de una saludable evolución del sector público que, según los datos del Banco de España del tercer trimestre, coloca el endeudamiento empresarial público en niveles de antes de la crisis. No obstante, se trata de un proceso desigual y al que no es ajeno el adelgazamiento del sector público que, aunque lejos de los objetivos diseñados por el Gobierno anterior, sí ha aplicado una saludable dieta. De hecho, la supresión de entes y empresas pertenecientes a las comunidades autónomas, que alcanzaron en 2009 su cota máxima de deuda con casi 11.400 millones de euros, se ha recortado al cierre del tercer trimestre prácticamente a una cuarta parte de aquella cifra, en paralelo a una reducción en el sector público regional que ha dejado el número de entes en menos de 1.800, frente a los casi 3.000 de hace ocho años. De este modo, y a falta de datos sobre el cierre del ejercicio, el pasivo del sector público autonómico lleva camino de mejorar, por segundo año consecutivo, el dato de las empresas ligadas a las entidades locales.

La fotografía del balance de las sociedades de capital público muestra, por tanto, una tendencia divergente por empresas y Administraciones. Una característica que se refleja en los gigantes relacionados con el transporte. Mientras la gestora aeroportuaria Aena, de mayoría pública a pesar de la privatización parcial, lleva una línea descendente en el pasivo, el gestor de las infraestructuras ferroviarias, Adif, ha sufrido un importante incremento de la deuda que se ha multiplicado por cuatro en los últimos nueve años. La parte positiva de esta evolución es que se trata del reflejo del elevado esfuerzo inversor para hacer frente al despliegue de la red de alta velocidad, asumido en su gran mayoría a través de endeudamiento. La hoja de ruta de Adif para los próximo años es aún más ambiciosa, con planes que superan los 11.000 millones de inversión en los tres próximos años. La operadora ferroviaria, Renfe, por su parte, encadena tres ejercicios de aumento de deuda desde 2016, una tendencia que prevé revertir tras renovación de la flota y la mejora del negocio, en particular el de cercanías con las nuevas inversiones, pero que se ha de enfrentar a la próxima liberalización del sector .

La lucha por la mejora financiera del sector público es una batalla en la que no cabe el descanso. Es deseable, además, que siga yendo paralela a una labor de adecuación en pos de la tan necesaria eficacia.