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Una Inspección Técnica de Vehículos más “saludable”

Además de ser más transparente, la nueva ITV tiene un papel clave en el control de emisiones

EFE
CINCO DÍAS

Más allá de lo puramente técnico, no podemos olvidar que la ITV cumple una labor social, asegurando que los automóviles en circulación se encuentran bien mantenidos, lo que permite mejorar la seguridad vial reduciendo el riesgo de accidentes por causas técnicas y proteger el medioambiente y la salud de las personas gracias a la reducción de emisiones de gases contaminantes a la atmósfera.

La entrada en vigor el pasado mes de mayo del Real Decreto 920/2017, por el que se regula la inspección técnica de vehículos en España, generó cierta alarma entre la ciudadanía que entendió que la nueva normativa traería consigo un endurecimiento de la ITV, una mayor dificultad para superarla, mayores costes en el mantenimiento de los vehículos y una subida del precio de las inspecciones.

Con el tiempo, esta sensación no sólo se está disipando, sino que los ciudadanos y ciudadanas son cada vez más conscientes de los beneficios que esta nueva normativa les ha traído.

En primer lugar, existen muchas ventajas para el usuario, ya que se ofrece la posibilidad de realizar la segunda inspección después de una primera desfavorable en cualquier ITV de España, asegurándose así mayor comodidad y mayor transparencia en el proceso. Además, se flexibiliza la inspección, pudiendo pasar con treinta días de antelación sin perder la caducidad asignada para la siguiente ITV. Aparte de otras mejoras como el cambio de caducidades para los vehículos de alquiler sin conductor, novedades en la catalogación de vehículos históricos, reconocimiento de la ITV realizada en otros estados miembro en el proceso de matriculación en España, etc.

Por otro lado, la norma viene a garantizar la independencia de los operadores, estableciendo incompatibilidades y fijando la obligatoriedad de acreditación de las ITV como entidad de inspección de tercera parte atendiendo a la norma internacional UNE EN/ISO 17020. También en materia de formación del personal el reglamento es más estricto, estableciendo una titulación mínima para poder trabajar como inspector y obligando a las empresas a contar con programas de formación, incluida la formación a distancia, que posibiliten que el personal actualice sus conocimientos cada tres años.

Todo ello revierte significativamente en la calidad del servicio y, por tanto, en el beneficio de las personas usuarias.

Sin embargo, la principal novedad que sin duda ha traído consigo el nuevo reglamento ha sido que por primera vez se permite a los operadores entrar en el cerebro de los vehículos. Acceder a las centralitas a través del sistema de diagnóstico abordo (OBD) significa tener acceso a información valiosísima para la ITV.

En un primer momento, con el OBD se está analizando el sistema de control de emisiones del vehículo, supervisando si existen averías, códigos de error o algún tipo de manipulación fraudulenta. Esto no es más que el comienzo, ya que después vendrá la inspección de los sistemas de seguridad controlados electrónicamente, tales como el airbags, el ABS, etc., que no se pueden inspeccionar si no es través de la centralita

La preocupación de la ciudadanía por la calidad del aire y los daños que para la salud suponen las emisiones de los vehículos, han llevado a la Comisión Europea a reconocer la necesidad de acceder a estos sistemas y comenzar a controlar lo que antes se nos escapaba. Esta apuesta se ha visto reforzada por los escándalos que han salpicado a grandes firmas automovilísticas que manipulaban las centralitas para superar los controles de homologación y a la detección de talleres dedicados a desmontar o anular los elementos que sirven justamente para reducir las emisiones,

como son los filtros antipartículas, las válvulas EGR, los catalizadores, las sondas, etc.

Las ITV llevan años trabajando para reducir el impacto de las emisiones en la salud de las personas. Según se extrae del estudio elaborado por Universidad Carlos III sobre la Contribución de la Inspección Técnica de Vehículos a la Seguridad Vial y a la protección de la salud de los ciudadanos y del medioambiente, la ITV evita anualmente más de 400 muertes prematuras por exposición a contaminantes atmosféricos. Como bien es sabido, un 20% de los vehículos circulan sin la ITV en vigor, por lo que, si todos los automóviles pasaran la ITV, se evitarían unas 80 muertes prematuras adicionales.

Pero, la cosa no queda ahí. Las emisiones de óxido de nitrógeno (NOx) de los vehículos, responsables en gran medida de la formación del smog o boina contaminante que cubre las grandes ciudades, provocan 6.085 muertes prematuras cada año en España, según la revista “Environment International”.

Un reciente estudio de The Real Urban Emissions (TRUE) afirma que los vehículos diésel superan hasta en 18 veces las emisiones permitidas de NOx. Por ello, muy pronto a las pruebas de opacidad que se realizan en las ITV a los vehículos diésel y de CO a los de gasolina, se añadirán pruebas para determinar el nivel de NOx.

Luis Ángel Gutiérrez-Pando es Presidente AECA-ITV

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