Más de 1.300 detenidos en una nueva jornada de protestas de los 'chalecos amarillos'
Los manifestantes ascienden a 125.000 en todo el país, según datos del Gobierno
Esa era la cifra de arrestos a las 18.00 hora local y va a aumentar todavía puesto que los disturbios continuaban a esa hora en la capital y en otras ciudades, afirmó Castaner en una comparecencia ante la prensa junto al primer ministro, Édouard Philippe, que se felicitó de la acción de la policía.
Desde poco después de las 9.00, hora local se vivieron escenas de tensión entre los manifestantes y los agentes antidisturbios, que les impidieron pasar por la avenida a partir de un determinado punto, en las proximidades del Palacio del Elíseo.
Casi una hora después, los antidisturbios lanzaron gases lacrimógenos para dispersar a varias decenas de chalecos amarillos que trataban de penetrar por la calle Arsène Houssaye, adyacente a los Campos Elíseos.
Dos acciones que ponen en evidencia las consignas de reactividad que han recibido las fuerzas del orden para gestionar las concentraciones y evitar que degeneren en escenas de guerrilla urbana como las que se vivieron hace una semana.
En el marco de esa misma estrategia, los agentes procedieron esta mañana a realizar numerosas detenciones con carácter preventivo.
Las fuerzas del orden llevaron a cabo de madrugada controles en los peajes de autopista de acceso a París, donde requisaron diverso material a "chalecos amarillos" que acudían a la capital, como máscaras de gas, bolas de petanca y otros objetos contundentes.
Por primera vez en más de 40 años, las fuerzas del orden en París cuentan con una docena de blindados de la Gendarmería que se pueden utilizar para atravesar barricadas.
La ciudad se ha protegido ante el temor a un desencadenamiento de violencia: están cerrados los principales museos y monumentos (empezando por la torre Eiffel), los grandes almacenes y los comercios de áreas como el barrio de los Campos Elíseos, así como cerca de una cuarentena de estaciones del metro y de trenes de cercanías.