Sacyr deja su histórica sede de Azca ante la reforma que acometerá Merlin
La constructora elige nueva ubicación en la A-2 El propietario de Castellana invertirá 25 millones en la rehabilitación
La constructora Sacyr va a abandonar su histórica sede central en la zona madrileña de Azca. La empresa presidida por Manuel Manrique dejará las oficinas de Castellana 83-85 antes de que su propietario, la socimi Merlin Properties comience una profunda obra de remodelación del inmueble.
El nuevo destino de Sacyr es Condesa de Venadito número 7, cerca de la salida de la A-2 y de la calle de Arturo Soria, un área más barata que el centro financiero. Allí ocupará un inmueble de la inmobiliaria Mibansa.
El traslado afectará a más de 500 empleados, que en su gran mayoría se instalarán en la nueva ubicación en el distrito de Ciudad Lineal. El resto irán a otras oficinas del grupo. La constructora tiene una plantilla global de 30.000 empleados en 30 países.
El acuerdo con Mibansa se firmó ayer. Sacyr ocupará el edificio completo, de nueva construcción y de 8.000 metros cuadrados. El inmueble se distribuye en ocho plantas y cuenta con 240 plazas de aparcamiento. Se espera que la constructora se mude allí en el verano del próximo año.
Esa fecha la marca el final del contrato con Merlin, una inmobiliaria que informó a Sacyr que preveía iniciar una profunda renovación del edificio de Castellana. Ese inmueble cuenta con una superficie de 15.254 metros cuadrados, 11 plantas y otras dos de aparcamiento bajo rasante. Además de Sacyr, tiene otros inquilinos como Ecoembes y Amazon.
La reforma será integral e incluirá el lobby, la fachada, zonas comunes e instalaciones, donde la socimi que cuenta con Ismael Clemente como consejero delegado invertirá 25 millones de euros. Esta inmobiliaria mantiene actualmente una política de inversiones en sus activos, tanto oficinas como centros comerciales para actualizarlos.
Entre los proyectos emblemáticos de reforma se encuentra la Torre Glòries de Barcelona, diseñada por Jean Nouvel, y que fue sede de Agbar. Tras la compra en 2017, Merlin acometió un proceso de adaptación en unas oficinas que darán alojamiento a un proveedor de Amazon.
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