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Reestructuración

La banca llevará a cabo ajustes de unos 6.500 empleados en los próximos meses

El mayor ERE previsto es el de Santander, de unas 3.000 personas Unicaja y WiZink cerrarán sus expedientes esta semana

Red y plantilla de los cinco grandes de la banca
Belén Trincado / Cinco Días

Vuelve a repetirse el mismo proceso que viene produciéndose desde hace una década. Las entidades financieras aprovechan el último trimestre del año para anunciar o poner en marcha sus planes de prejubilaciones y expedientes de regulación de empleo (ERE) o reestructuraciones. En esta ocasión, la última entidad en anunciar un sorprendente y drástico ajuste ha sido CaixaBank.

La entidad que preside Jordi Gual anunció dentro de su plan estratégico 2019-2021 el cierre en tres años de 821 sucursales. Esta es la primera vez que la entidad de origen catalán pone en marcha un ajuste de sucursales tan amplio, ya que hasta ahora su proyecto pasaba por presumir de ser la entidad financiera con más oficinas de España para evitar la exclusión financiera (aunque previsiblemente seguirá como el primer banco por número de locales una vez que Santander ajuste su red).

Además, los cierres que ha llevado a cabo estaban vinculados en gran parte a la absorción de entidades como Banca Cívica o Banco de Valencia.

El recorte del número de sucursales anunciado ayer, no obstante, irá acompañado de la transformación de unas 310 megasucursales más en el modelo Store, que se sumarían a las 290 que ya tienen. Estos locales cuentan, en general, con horarios de mañana y tarde, aunque el cliente debe haber solicitado una cita con antelación.

Esta es la estrategia que están siguiendo todos los bancos en la actualidad, cerrar sucursales, cuyo negocio es absorbido por megaoficinas que cuentan con horarios ininterrumpidos de mañana y tarde, caso también de Santander, BBVA, Sabadell e incluso Cajamar, entre otros. El banco que preside Francisco González, de hecho, acaba de inaugurar una nueva tipología de locales, las oficinas Blue Branch. De momento contará con seis situadas en Badalona, Madrid, Vigo, Murcia, Manresa y Almería.

El cierre de estas 821 oficina de CaixaBank también llevará consigo un importante ajuste de plantilla, que no se anunciará previsiblemente hasta el jueves, ya que hoy miércoles gran parte de las antiguas cajas de ahorros, entre las que destaca la presidida por Gual, celebran sus elecciones sindicales. En tan solo CaixaBank votarán más de 32.000 empleados.

Fuentes sindicales, no obstante, calculan entre 1.500 empleados a un máximo de 2.500 los trabajadores que podrían abandonar la entidad de origen catalán tras el ajuste de sucursales en los próximos tres años. “Pero siempre con bajas voluntarias y prejubilaciones”, señalan fuentes de CC OO. Todos los sindicatos, de hecho, manifestaron ayer que negociarán que el cierre de estas más de 800 oficinas de CaixaBank para que no afecte al empleo, sino que garantice la reubicación de los trabajadores del banco y que, en el caso de que haya salidas de plantilla, sean voluntarias en el 100% de los casos.

La reestructuración que llevará a cabo esta entidad financiera coincidirá casi en el tiempo con la que pondrá en marcha Banco Santander tras absorber la red de Popular. La firma que preside Ana Botín también comenzará a negociar el cierre de oficinas y el recorte de plantilla una vez que se celebren las elecciones sindicales de banca, lo que ocurrirá el 13 de febrero.

Varias fuentes financieras coinciden en que Santander negociará la salida de alrededor de 3.000 empleados. Este excedente de plantilla será pactado, según el protocolo firmado la semana pasada entre el banco y los sindicatos. Bajas incentivadas y sobre todo prejubilaciones, marcarán estas salidas.

El cierre de sucursales podría elevarse, por su parte, entre 500 a 800, según expertos.

Unicaja, mientras, cerrará previsiblemente el jueves las negociaciones de su ERE, también acordado con los sindicatos con bajas incentivadas y prejubilaciones. El número de salidas se elevará más o menos a unos 850 empleados, tras casi un mes de negociaciones.

En todos estos casos los sindicatos también han conseguido que los traslados que se produzcan sean aceptados voluntariamente, y que se busque empleo a los trabajadores que opten por las bajas voluntarias.

Fuentes sindicales también esperan que mañana se cierre el ERE de WiZink, con la salida de algo menos de 100 empleados. Hace unas semanas BNP Paribas también clausuró su ajuste con la salida de 44 empleados. Ibercaja y Bankia también han prácticamente cerrado su ERE este año. La entidad aragonesa contará con 115 empleados menos en un año.

Los sindicatos también estiman nuevos cierres de sucursales en BBVA, de alrededor de unas 140 a principios de 2019, con salida vía prejubilaciones de un número no superior en ningún caso a las 1.000.

La digitalización de la banca, unido a la necesidad de reducir costes para mejorar su rentabilidad, una de sus grandes asignaturas pendientes, forman parte de estos ajustes que llevan una década produciéndose con la salida en el sector de unos 105.000 empleados, aunque se han producido contrataciones por otros 28.000, según datos sindicales.

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