Almería quiere convertirse en una ‘provincia startup’ y coger el tren de la digitalización
Cajamar y Fundación Incyde organizan un foro sobre emprendimiento y agua en la capital El banco pone en marcha una incubadora de alta tecnología especializada en agua
Almería presume de tener la mayor superficie de invernaderos del mundo, de ser la provincia de Andalucía que más exporta pese a sus malas infraestructuras y de contar con la segunda renta per cápita más alta de esa comunidad (18.466 euros frente a los 18.477 de Sevilla). Pero ambiciona más. Quiere convertirse en una región startup siguiendo el ejemplo de Israel, un país que sufre como ella serios problemas con el agua.
Con el propósito de no dejar pasar el tren de la digitalización, la globalización y el conocimiento, y analizar sectores estratégicos en los que fomentar la empleabilidad por cuenta propia, Cajamar y la Fundación Incyde organizaron este miércoles el evento Incyde School Almería bajo el lema Foro Internacional de Emprendimiento y Agua, financiado en un 80% por el Fondo Social Europeo, a través de su Programa Operativo de Empleo, Formación y Educación 2014-2020. Allí, Juan Verde, exsubsecretario de comercio de EE UU durante la presidencia de Barack Obama, defendió tres ideas: la innovación es el verdadero motor de la competitividad y del crecimiento económico; la manera más efectiva de aumentar la tasa de innovación en cualquier empresa, país o región es crear un entorno favorable que fomente el emprendimiento, y sí hay cabida para el emprendedor en la empresa tradicional.
Verde precisó que innovar es inventar lo que no existe, reinventar negocios actuales a través de la tecnología, adelantarse e identificar y satisfacer nuevas demandas gracias al big data… pero también buscar cómo optimizar recursos y hacer más eficiente nuestra actividad diaria. Además, subrayó, las empresas hoy deben ser capaces de reinventarse constantemente, porque la innovación es cada vez más perecedera, como demuestra la lista de compañías más grandes del mundo. “Hace 10 años eran Exxon Mobil, General Electric, Microsoft, Petrochina y Royal Dutch Shell; hoy lo son Apple, Alphabet (Google), Microsoft, Facebook y Amazon”.
Para Verde un elemento clave es el espíritu emprendedor. En su opinión, no basta con apostar por la tecnología, que se puede adquirir, ni siquiera por la financiación, que es importante. “La clave para subir los índices de innovación radica en las personas, en despertar su interés para emprender y asumir riesgos, de ahí que EE UU haya tenido tanto éxito”.
Verde cree que en España falta esa cultura del emprendimiento y ve necesaria una reforma completa de su sistema educativo que ayude a entender el “poder de las ideas”. “Tenemos la generación mejor preparada, pero solo un 8,4% de los universitarios quiere ser empresario, mientras en EE UU es el 83,4%”, dijo.
También ve necesario cambios el israelí Isaac Chocron Benaim, director de Desarrollo de Negocios de Excem Technology, quien explicó que Israel se convirtió en una startup nation para solventar un problema de emigración en los años 80-90, cuando llegaron al país 800.000 judíos y había que darles empleo. “Entonces, casi lo único que hacíamos era exportar naranjas, y hoy tenemos la mayor concentración de innovación y emprendimiento del mundo”. Israel tiene la mayor cantidad de startups per cápita (8.300 establecidas en los últimos 5 años) y cuenta con más compañías en el Nasdaq que cualquier país de Europa, Corea, Japón e India.
Para Chocron hay una condición sine qua non para alcanzar un logro de ese tipo, que hoy no se da en España: “Hay que crear un ecosistema donde todo esté montado alrededor del talento, del emprendedor, con un sistema educativo y un marco regulatorio que ayude a su impulso y donde cada pieza (aceleradoras/incubadoras, centros de I+D, venture capital, programas gubernamentales, universidades, programas de transferencia tecnológica, compañías estratégicas) esté bien engranada para que todo funcione como una máquina perfecta”.
En el evento, el argentino Andrés Saborido, director de Wayra España, el brazo inversor de Telefónica en startups de tecnología, echó mano de un refrán de su país, “cocodrilo que se duerme, es cartera”, para alertar a las grandes corporaciones de lo importante que es invertir y cooperar con startups para no acomodarse y trabajar con gente que piensa diferente, detectar proyectos disruptivos "que pueden ser los siguientes unicornios" e impulsar una innovación abierta. “Con Wayra, quisimos hacer bailar al elefante (Telefónica) con miles de gacelas (startups) sin pisarlas. Y logramos un doble objetivo, que Telefónica encuentre la innovación que busca para competir en su mercado y ayudar a las startups a escalar su negocio”.
Desde 2011, Wayra ha invertido más de 160 millones en más de 400 empresas de este tipo, y ya tiene en su cartera más de 20 compañías valoradas en 50 millones de euros y han llevado a cabo más de 50 exits. "Hemos aprendido que es bueno tomar en estas empresas una participación minoritaria para no perder la visión de sus emprendedores, y no ahogarlas ahogarlas”, advirtió Saborido, que animó a las grandes empresas y a los gobiernos a que compren más productos de startups, para lo que les aconsejó establecer un fast track (una vía rápida) de compras.
Eduardo Baamonde, presidente de Cajamar, destacó en la inauguración del foro que “la globalización es irreversible” y que a la empresa del futuro no le basta con ser competitiva, sino que debe ser sostenible económica, medioambiental y socialmente, “y eso solo se puede conseguir con el conocimiento”. También intervino Javier Collado, director general de la Fundación Incyde, quien resaltó que desde su institución llevan más de 20 años trabajando por el emprendimiento y la empleabilidad en España, y destacó los programas de formación, así como la creación de una red de incubadoras de alta tecnología, que asciende a 11 en la actualidad, y otra red de coworking digitales que pondrán en marcha en las próximas semanas.
Incubadora de alta tecnología en agua
Cajamar pondrá en marcha antes de fin de año en Almería una incubadora de alta tecnología especializada en la innovación y gestión sostenible del agua. “El objetivo es apoyar en cinco años 84 proyectos (34 tienen que ser empresas de nueva creación) que puedan transformarse en productos, y crear 262 puestos de trabajo de alta cualificación”, dijo Roberto García, director de Innovación Agroalimentaria de la entidad.
La iniciativa, ganadora del proyecto de alta tecnología para el fomento de la innovación y la transferencia de la tecnología a las micropymes de la Fundación Incyde, cuenta con un presupuesto de 3,2 millones, que serán cofinanciados con fondos Feder en un 80%.
Para García, el agua es “una gran oportunidad de negocio”, pues pese a que el 70% de la superficie del planeta sea agua, el 97,5% es salada, y para el año 2050 se prevé que habrá que elevar la producción de alimentos en un 50-60%. “Eso será en parte posible por un incremento del regadío”. La incubadora buscará implicar a todo el ecosistema (startups, universidades, administraciones, usuarios del agua, empresas tecnológicas, socios financieros) para apoyar ideas que mejoren la eficiencia en todo el ciclo del agua y ayuden a gestionar los recursos hídricos. Algo clave en un lugar como Almería, donde el producto interior bruto depende en un 40% de la agricultura.