SolarPack saldrá a Bolsa el 5 de diciembre valorada en hasta 316 millones
Ampliará capital por entre un 32,68% y 38,46% El rango de precios estriba entre los 8 y los 10,30 euros
La avidez inversora por el sector renovable español ha impulsado a SolarPack a dar el paso decidido para salir a Bolsa, según publicó CincoDías. La compañía vasca, según el folleto remitido a la CNMV, planea saltar al mercado valorada en entre 260 y 316 millones. La franja de precios orientativa estriba entre los 8 y los 10,3 euros por título.
Está previsto que las acciones comiencen a cotizar el 5 de diciembre y que el precio final se determine el 3 de diciembre de 2018 tras la finalización de un proceso de colocación. CaixaBank y Société Générale son los coordinadores de la operación, mientras que JB Capital, Greentech Capital Advisors y Banco Cooperativo Español (las cajas rurales que no consolidan con el grupo que pilota Cajamar) también participan.
SolarPack planea en principio ampliar capital por entre el 32,68% y el 38,46%. Es decir, emitirá entre 9,7 y 12,5 millones de acciones nuevas. Los bancos colocadores se reservan, asimismo, la opción de ampliar el importe colocado en un 10% (green shoe, en la jerga).
La compañía ingresará con la ampliación de capital al menos 100 millones de euros, ampliables a 110 si los bancos coordinadore, deciden agrandar la colocación. De acuerdo a la demanda obtenida y en función de su aceptación, fijará el tamaño de la operación y el precio final.
La compañía utilizará 25 millones de la ampliación para adquirir activos fotovoltaicos en España con una capacidad de 13 megavatios. En concreto, 88 parques solares en Isla Mayor, Lebrija y Llerena, y el 46,74% de las plantas solares de Guijo de Coria, de manera que tras la adquisición Solarpack tendrá el 96,5% del total de esos activos. La empresa empleará otros 62 millones para desarrollar proyectos ya planteados en Chile, España e India, y otros 15,2 millones para fines corporativos generales. Entre esos últimos, la inversión en el desarrollo de su cartera de proyectos futuros, en cartera de pedidos y otras potenciales oportunidades. Por último, los gastos de la oferta ascenderán a unos 7,8 millones.
Solarpack también prevé la posibilidad de que la oferta se reduzca. Si esto ocurre, lo primero que hará será para pagar los gastos de la oferta, el siguiente objetivo será adquirir activos españoles y financiar sus inversiones en proyectos futuros. “Renunciaremos al uso de los ingresos para fines corporativos generales”, sentencia.
La compañía se compromete a no desprenderse de sus acciones en autocartera en los seis meses siguientes a la fecha de su debut. Los accionistas actuales no podrán vender sus títulos en mercado en un año, lo que en la jerga bursátil se conoce como lock-up. Fundada en 2005, su capital se lo reparten sus directivos y artífices. El actual presidente, Jose María Galíndez Zubiria, y su mujer controlan el 80%, a través de la sociedad Beraunberri. El consejero delegado, Pablo Burgos, tiene un 15% a través de Burgest 2007. Y el 5% restante está en manos del hermano del presidente.
En los últimos meses, el equipo fundador recompró el 6,2% que le transfirió a Ardian en 2016. Este fondo francés entró al mismo tiempo que compró a la compañía vasca cuatro plantas fotovoltaicas en Chile y Perú por 31 millones. El pacto ya incluía una cláusula por la que Ardian se reservaba una opción de venta de sus títulos, que finalmente este fondo ha decidido ejercer. Tras la salida a Bolsa, el equipo fundador pasará a controlar en torno a un 60%.
Pese a las accidentadas salidas a Bolsa en el mercado español de este año, la buena salud del sector de las energías renovables, fundamentalmente tras la mejor sensibilidad del nuevo Gobierno, ha acelerado la operación. Mientras que Cepsa decidió congelar su OPV días antes del debut, Cortefiel, Haya Real State, Azora o Testa abandonaron sus planes mucho antes.