Toshiba recortará unos 7.000 puestos de trabajo en cinco años, el 5% de su plantilla
Aplicará jubilaciones anticipadas a 1.060 empleados Reducirá sus proyectos de construcción de centrales nucleares
El conglomerado tecnológico japonés Toshiba prescindirá de unos 7.000 empleados en los próximos cinco años, según anunció este jueves en su nuevo plan de negocio a medio plazo en el que incluye su retirada de varios proyectos del sector energético.
La compañía acometerá la reducción de personal con jubilaciones anticipadas que aplicará a 1.060 empleados de la matriz y las subsidiarias Toshiba Energy Systems & Solutions (ESS) y Toshiba Digital Solutions (TDSL) a partir de 2019, explicó en un comunicado.
Otras filiales planean aplicar la misma medida a otros 400 trabajadores más el próximo año, con el objetivo de que la cifra total de afectados sea de unos 7.000 empleados en un lustro, según el plan quinquenal del conglomerado.
Este número representa el 5,3% de su plantilla, que en junio se situaba en 132.000 personas.
El programa jubilaciones anticipadas es una de las medidas de la nueva estrategia de la compañía, que busca salir "de negocios no especializados, optimizar su fuerza de trabajo, reorganizar sus bases de productos y reducir el número de subsidiarias".
Toshiba anunció también hoy su retirada del proyecto para construir una central nuclear en el condado británico de Cumbria y sus planes para deshacerse de la compañía al frente, NuGeneration (NuGe), como parte de su "política para eliminar riesgos en ultramar derivados del negocio de construcción de centrales nucleares".
El conglomerado prevé que esta decisión le generará una pérdida consolidada antes de impuestos de 15.000 millones de yenes (115 millones de euros/132 millones de dólares).
Asimismo, el grupo ha decidido vender sus operaciones del negocio de gas natural licuado en Estados Unidos, lo que tendrá un impacto negativo de 93.000 millones de yenes (715 millones de euros/818 millones de dólares), detalló en sendos comunicados.
La compañía realizó los anuncios el mismo día que presentó sus resultados financieros del semestre abril-septiembre, primera mitad del año fiscal japonés, en el que se anotó un beneficio neto de 1,08 billones yenes (8.327 millones de euros/9.519 millones de dólares) principalmente gracias a la venta de su negocio de chips de memoria.
El beneficio operativo de Toshiba en dicho período fue de 7.000 millones de yenes (53 millones de euros/61 millones de dólares), un 29,2 % interanual menos, mientras que la facturación por ventas de la empresa se redujo un 95,8 % hasta 1,78 billones de yenes (13.682 millones de euros/15.640 millones de dólares), según el informe.
Toshiba se encuentra inmersa en un proceso de reestructuración que comenzó tras la salida a la luz en 2015 de un escándalo de manipulación contable y se acentuó tras la quiebra de su exfilial nuclear de Estados Unidos Westinghouse Electric en 2017, que le empujó a deshacerse de su rentable negocio de chips.