El bitcoin sigue siendo solo una esperanza
En un decenio, internet ya producía grandes operaciones; las criptodivisas aún no han dado frutos importantes
La corta historia del bitcoin es un triunfo de la esperanza sobre la experiencia. El dinero digital cumple su primer decenio con una caída punitiva. El fraude y el celo regulador han secado la emisión de otras criptomonedas. El blockchain aún no ha producido su primera aplicación rupturista. Queda muy lejos la revolución prevista por su misterioso fundador, Satoshi Nakamoto.
La idea era dar a la gente una forma de transferir dinero de forma segura sin bancos ni Gobiernos. El cóctel de tecnología, desconfianza en el sistema y sueños de riqueza resultaron irresistibles. El bitcoin se multiplicó por 20 en 2017 y los desarrolladores recaudaron casi 20.000 millones de dólares en 18 meses con las ofertas iniciales de monedas (ICO). Su objetivo era crear desde otras divisas hasta sistemas de mensajería y mercados de predicción.
Demasiado bueno para ser verdad. En junio, la organización de ciberseguridad Carbon Black estimó que los hackers robaron 1.100 millones de dólares en criptodivisas en solo seis meses. Los tokens desaparecen por estafas o simples malas ideas. China ha tomado medidas enérgicas contra los mineros y contra el trading extraterritorial, tras haber prohibido ya el interno en 2017. La SEC bloqueó varias propuestas de ETF de bitcoins y dijo que la mayoría de las ofertas de tokens deberían estar sujetas a las leyes de valores.
El bitcoin ha caído un 68% desde su máximo, de diciembre. La lentitud de las transacciones y las enormes necesidades energéticas de su producción hacen poco probable que llegue a ser algo más que un vehículo especulativo. Las ICO han fracasado, y ninguna aplicación del blockchain ha sido aceptada masivamente. En un decenio de internet, AOL se estaba fusionando con Time Warner y Amazon vendía casi 3.000 millones de dólares.
Pero el sueño sigue vivo. El capital riesgo de Sequoia Capital o Andreessen Horowitz está sustituyendo a las ICO como fuente de financiación para los desarrolladores de blockchain. Fidelity está creando una filial para ofrecer servicios de trading y custodia de criptodivisas a inversores institucionales. La casa de cambio Coinbase ha recaudado 300 millones esta semana, con lo que vale ya 8.000 millones. Tal vez en otro decenio esas inversiones den sus frutos.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías