Las empresas familiares desconfían de una economía que precisa reformas
Les preocupa, con razón, el abultado endeudamiento y la política fiscal
Los indicadores que apuntan a una cierta desaceleración en el crecimiento de la economía ya no son únicamente previsiones macro o signos de debilidad circunscritos a dos o tres grandes sectores, como el turismo o las exportaciones, sino que han comenzado a permeabilizar las perspectivas y los planes de las empresas en general. Ese clima de pesimismo e incertidumbre, que se está extendiendo como una neblina insidiosa entre el tejido empresarial tras tres ejercicios de vigoroso crecimiento, se ha hecho sentir este año en el congreso que celebran en Valencia las empresas familiares, un colectivo que agrupa a miles de pymes, pero también a organizaciones como Santander, Barceló, Acciona, Ferrovial, Mercadona o Iberoestar.
La encuesta que se realiza durante este encuentro revela un retroceso en la confianza de los empresarios respecto a la situación económica y las condiciones para crear empleo. Los empresarios temen, y temen con razón, el futuro inmediato de una economía asentada sobre un abultado endeudamiento, que lejos de reducirse, sigue creciendo. Como temen una política fiscal que requiere un aumento de ingresos cuya factura, vía impuestos, caerá en parte sobre sus espaldas, y unos planes presupuestarios que contienen medidas (es el caso de la subida del salario mínimo) que solo se explican desde la precaria aritmética parlamentaria del Gobierno.
Al igual que hicieron durante la crisis, las empresas familiares vuelven a mirar al exterior como una posible fuente de oxígeno ante una coyuntura en la que se multiplican los riesgos. En ese contexto es necesario retomar una agenda de reformas estructurales que, a día de hoy, está paralizada y que resulta imprescindible para afrontar la desaceleración económica. Y hace falta recuperar los mensajes de confianza hacia el tejido empresarial, como hace falta, en ocasiones, recordar que son las empresas, y no el sector público, las que crean mayoritariamente el empleo y la riqueza.