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A Deutsche le va a costar mejorar como Barclays

Las acciones del banco británico deberían subir, mientras que las del alemán aún tienen un doloroso recorrido por delante

Christian Sewing, CEO de Deutsche Bank.
Christian Sewing, CEO de Deutsche Bank.REUTERS

Barclays y Deutsche Bank, ambos sujetos recientemente a una radical transformación interna, ofrecen una comparación sobre las distintas suertes de sus bancos de inversión, similar a la del Londres y el París del XVIII de Dickens en Historia de dos ciudades.

Deutsche sigue atrapada en una era que los empleados podrían comparar al Reinado del Terror francés, en el que la guillotina de la dirección cae sobre cualquiera que parezca un centro de costes. Con el sacrificio de 700 empleados, los gastos subyacentes se redujeron en un 1% interanual hasta los 5.500 millones, lo que sitúa al banco en el buen camino hacia su objetivo de costes anuales, 23.000 millones. Pero aumentar la sangría no ha sanado los ingresos ni los beneficios: debido a una caída interanual del 9% en los ingresos, en su mayor parte por una caída del 15% en trading, el banco solo ha conseguido un 1,6% de rentabilidad anualizada sobre el capital tangible.

Por contra, el jefe de Barclays, Jes Staley, puede subirse a las barricadas para lanzar sus huestes al ataque. La entidad obtuvo una rentabilidad anualizada del 9,4%, en línea con el coste de capital. Debería servir de respuesta al aspirante a revolucionario Edward Bramson, el inversor activista que ha instado a Staley a recortar banca de inversión en favor de los –más burgueses– préstamos minoristas y comerciales.

Staley no puede cantar victoria aún. Pese a que su banca de inversión creció significativamente mejor que la de sus homólogos de EE UU tanto en renta variable como fija –un 33% y un 9%, respectivamente–, solo obtuvo un rendimiento trimestral del 7%, aunque es de un 9,6% en los últimos nueve meses. Barclays UK y su negocio de tarjetas de EE UU lograron casi el doble.

Deutsche, por contra, sigue atrapado entre la terrible renta fija y la insufrible banca minorista alemana, ninguna de las cuales da beneficios. Los analistas prevén una rentabilidad de solo el 3% sobre el capital tangible para el próximo año.

Con el tumulto de Barclays casi terminado y los rendimientos mejorando, las acciones, que cotizan a un 65% del valor de los libros, deberían subir. Por contra, la revolución en Deutsche, que cotiza a solo el 40% del valor neto de sus activos, tiene un recorrido largo y doloroso por delante.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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