La compra de Barnes & Noble es más una novela de misterio que de amor
Una compra apalancada podría salir bien, pero la clave es tramar un final decente
La posible compra de Barnes & Noble es más un misterio que un romance. El fundador de la librería estadounidense, Leonard Riggio, dueño de apenas el 20%, quiere sacarla de Bolsa (vale 485 millones de dólares). Incluso siendo conservadores, una compra apalancada –al menos sobre el papel– podría salir bien. La clave es tramar un final decente.
El minorista fue uno de los primeros en sufrir el impacto de Amazon y su Kindle. El negocio físico supone más del 97% de sus ingresos, pese a una infructuosa incursión en un e-book propio, Nook. En global, las ventas caen. Pero hay aspectos positivos, como el potencial para reducir costes. El margen ebitda, del 4,5%, es en torno a la mitad del del generalista Target, y está muy por debajo del 14% del de Sally Beauty.
La empresa también ha sido prudente: tiene una deuda neta de un año de ebitda. Un apalancamiento de hasta tres veces podría ser manejable, y significaría que un comprador podría pagar un 20% de prima y solo necesitaría unos 150 millones de capital. Sobre el papel, si los ingresos caen un 20% en el próximo quinquenio desde los 3.500 millones actuales, pero Riggio puede duplicar su margen de ebitda, debería crear un total de 1,3 millones de beneficios en ese tiempo. Si solo una cuarta parte se usa para la deuda, y la valoración global no cambia, sus padrinos habrían triplicado su dinero.
Algunos minoristas se han reestructurado y se han quedado fuera de Bolsa; otros han intentado salir a ella sin éxito. Vender libros no es el negocio más seguro. Riggio o cualquier otro posible dueño de Barnes & Noble debería pensar mucho en el final antes de escribir.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías