Cos pone paz en el Banco de España
Los inspectores del organismo aplauden su disposición para intentar limar diferencias La institución supervisora sigue apostando por las fusiones nacionales como receta para ganar rentabilidad
Por fin reina la paz en el Banco de España. O eso es al menos lo que parece que se respira en el emblemático edificio de la madrileña calle de Alcalá, 48. Tras casi 20 años de conflictos internos entre la cúpula de la institución supervisora y gran parte de sus inspectores, la llegada del nuevo gobernador, Pablo Hernández de Cos, ha logrado apaciguar los ánimos.
Una de las primeras cosas que hizo el gobernador tras tomar posesión de su cargo el 11 de junio (sustituyó a Luis María Linde) fue reunirse el pasado mes de julio con casi todas las asociaciones y sindicatos existentes en el Banco de España. No esperó a que le acompañara más adelante la también nueva subgobernadora (aunque conocida por los inspectores y por gran parte de la casa), Margarita Delgado, quien accedió al cargo el pasado 11 de septiembre.
Esta predisposición a intentar limar asperezas entre el colectivo de inspectores y la cúpula de la institución ha sido muy bien recibida por este cuerpo que desde el año 2000, con Jaime Caruana como gobernador, se ha ido distanciando cada vez más de la dirección del Banco de España.
La guerra entre los inspectores y la cúpula de esta institución ha tenido varios capítulos, aunque uno de los más duros se produjo en marzo, cuando el Banco de España, encabezado por Linde, decidió responder a unas declaraciones de los inspectores en la comisión que investiga la crisis financiera en el Congreso. El organismo supervisor envió una durísima carta al Congreso en la aseguraba que las declaraciones del presidente de la Asociación de Inspectores (también en esta comisión del Congreso) "son inaceptables y deben calificarse de graves".
Pero parece que la predisposición de Hernández de Cos a tender un puente para acortar las diferencias entre las dos partes ha calado positivamente entre los inspectores, por lo menos por el momento.
El buen talante del gobernador también ha influido en este cambio de opinión de los inspectores. Pese a ello, este colectivo no olvida sus reivindicaciones profesionales. Habrá que esperar, no obstante.
Eso sí, este colectivo también ha recibido muy positivamente el hecho de que por primera vez en la historia del Banco de España su consejo de gobierno esté representado por una mayoría femenina. Seis de los diez miembros del consejo de la institución son mujeres.
Por cierto, Hernández de Cos también defiende un mapa bancario en España más reducido y con menos oficinas, pese a la ya drástica jibarización que ha sufrido el sector tras el inicio de la crisis financiera en 2008. Eso es al menos lo que se desprende de la conferencia pronunciada el pasado viernes en Bilbao. En ella, el gobernador avisó sobre la necesidad de que las entidades financieras mejoren sus niveles de rentabilidad, aunque reconoció que ha retornado a valores positivos y se sitúa algo por encima de la media de la Unión Europea.
Como receta para mejorar la rentabilidad Hernández de Cos recurrió a la misma que ha venido reiterando su antecesor, e incluso el Banco Central Europeo ante el aún débil crecimiento del saldo del crédito (en comparación con los niveles precrisis). Cree así que la recuperación de la rentabilidad bancaria deberá basarse "en la continuación del proceso de ajuste de los gastos, en la búsqueda de fuentes alternativas de ingresos y una mejora de la eficiencia". Lo que quiere decir más cierre de oficinas y más fusiones, y como todavía es muy complicado llevar a cabo una fusión transfronteriza, debe entenderse entonces que las uniones deben realizarse entre entidades españolas.
Hablando de crisis financiera, la presidenta de la comisión que investiga la crisis financiera en el Congreso, Ana Oramas, espera esta semana, y más en concreto el próximo día 11, que los diferentes grupos políticos le entreguen sus conclusiones y propuestas sobre las diferentes intervenciones de políticos, economistas, banqueros y exbanqueros y supervisores que han pasado por esta comisión inaugurada hace un año y por la que han pasado 84 altos ejecutivos. Una vez que la diputada canaria haya recibido todas las consideraciones se trabajará en un documento entre las conclusiones y propuestas comunes y el resto irá como un voto particular. El objetivo es llevarlo al pleno del Congreso a finales de noviembre.
Varias fuentes financieras tienen pocas esperanzas en que al final esta comisión haya servido para algo y se pueda plasmar en nuevas normas o recomendaciones para el sector, y sobre todo para la gobernanza de las entidades financieras. Pero no hay que perder la esperanza.
Y mientras, el pasado día 5 de octubre se cumplió un año desde que Banco Sabadell primero y CaixaBank después (con diferencias de dos días) aprobaran por consejo su cambio de sede social y fiscal para dejar Cataluña y trasladarlas a Alicante y Valencia, respectivamente, tras la inestabilidad política generada en Cataluña con el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017.
Ambas entidades financieras han recuperado todos los depósitos que perdieron los meses y, sobre todo, las semanas anteriores al 1-O ante el temor de independentismo.
Pese a ello, las dos instituciones no tienen intención de volver a instalar sus sedes en Cataluña. Y es que el dinero es muy temeroso, y pensar que el Fondo de Garantía de Depósitos no cubriría el dinero depositado por un ahorrador en una entidad financiera con sede en Cataluña si se declarase la independencia hace huir a cualquiera.