El Ejecutivo está “vigilante” ante la inestabilidad internacional para elaborar sus Presupuestos
Celaá sugiere que Sánchez agotará la legislatura aunque el Ejecutivo no saque adelante las cuentas públicas Calviño defiende la revalorización de pensiones con el IPC pero augura ajustes en el medio y largo plazo
La ministra de Economía, Empresa y Competitividad, Nadia Calviño, ha asegurado hoy que el Gobierno está "vigilante" ante la creciente incertidumbre de la situación internacional para elaborar los próximos Presupuestos Generales del Estado de 2019. En concreto, ha precisado que los encargados de diseñar estas cuentas públicas están especialmente atentos "a los precios de la energía, el cambio de signo política monetaria tanto en Europa como en Estados Unidos, la ralentización de los mercados internacionales, las tensiones financieras y el brexit".
No obastante, Calviño, que ha comparecido hoy por primera vez tras reunión del Consejo de Ministros, ha lanzado también un mensaje tranquilizador tras las crecientes incertidumbres al asegurar que la economía española mantiene "un tono fuerte" y su crecimiento sigue siendo "robusto". Y atribuyó los datos que apuntan a cierta desaceleración a un proceso "normal y esperado" porque "la economía española se va paulatinamente acercando a su tasa de crecimiento potencial.
Para respaldar este mensaje ha puesto en relieve los últimos indicadores macroeconómicos conocidos que, en su opinión, son muy positivos, como el mantenimiento de la llegada de turistas internacionales el aumento de casi el 11% en su gasto medio diario; la creación de empleo cercana al 3% interanual, según las afiliaciones a la Seguridad Social de septiembre, que ha admitido, que ha sorprendido al Gobierno; o el cremiento del 20% de la contratación indefinida en septiembre.
Dicho esto, la responsable de Economía ha admitido que entre los indicadores que se han conocido en los últimos días también hay señales más preocupantes como el freno en las exportaciones por la ralentización de los países receptores; o la pérdida del dinamismo del consumo y del sectors servicios; así como el claro empeoramiento de los indidcadores de sentimiento económico y de confianza del consumidor.
Calviño ha destacado que el Gobierno "no cree que España sea más inmune a la desaceleración que el resto de países de su entorno" pero ha insistido en que "el consenso de analistas nacionales e internacionales" coinciden en apuntar que el crecimiento español tiene bases sólidas y que seguirá avanzando por encima de la media europea.
Por este motivo, criticó a quienes "siempre inciden en lo negativo y olvidadn los positivos que ven todos los organismos nacionales e internacionales". Es más, aseguró que "en economía las expectativas son muy importantes" y en ese contexto, "sería dificil de entender que el Gobierno dijera que todo va peor de lo que va, porque eso también influye en las perspectivas de las personas (...) y por eso solo se ofrecen datos realistas y objetivos", ha añadido.
En este escenario, la portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, ha defendido reiteradamente que el Ejecutivo "trabaja denodadamente" en sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado para 2019 y para ello, negociará "hasta el últimisimo momento con todas las fuerzas parlamentarias, incluidos los nacionalistas catalanes del PDCat y ERC". Dicho esto sugirió, sin admitirlo expresamente, que la intención del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, "mantiene firme su voluntad de llevar la legislatura a término y le corresponde solo a él convocar elecciones".
Finalmente, la ministra de Economía ha querido aclarar que no existen discrepancias en el seno del Gobierno y, particularmente entre ella y la ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, respecto a cómo revalorizar las pensiones. Según ha explicado, existe consenso en que las prestaciones se actualicen conforme al IPC. Pero ha añadido, que también hay coincidencia en la necesidad de que en el medio y largo plazo se tomen medidas para garantizar la sostenibilidad futura del sistema "y que las pensiones sean también dignas dentro de 20 o 40 años".
En ese sentido, ha considerado que habrá que estudiar "qué otros ajustes son necesarios en el sistema como los relacionados con la demografía o el empleo, para garantizar dicha sostenibilidad en el largo plazo. "No nos podemos fijar solo en un elemento (la revalorización) sino que hay que trabajar sobre los ingresos o sobre algunos gastos que ahora soporta el sistema", ha concluido.