Cabify confirma sus planes para salir a la Bolsa española en los próximos 18 meses
En 2017 perdió 3,7 millones y prevé lograr resultado neto positivo este año Competirá con los debuts de Uber y Lyft
En pleno conflicto entre los operadores de vehículos con conductor (VTC) y el sector del taxi, Cabify se ha marcado como objetivo debutar en la Bolsa española. Así lo aseguran fuentes cercanas a la compañía de movilidad urbana que revelan su intención de cotizar en el mercado continuo en los “próximos 18 meses”.
Con esta operación, la empresa busca dar una ventana de liquidez a algunos de sus actuales accionistas, en concreto a los que entraron hace siete u ocho años, y tener de paso una nueva fórmula de financiación.
La valoración actual de la compañía asciende, según estas mismas fuentes, a “más de 1.000 millones dólares” tras la última ronda de financiación, que realizó en enero de 2018 y en la que captó 131 millones de euros. En ella irrumpió en su accionariado Rakuten, el gigante japonés del comercio electrónico, que además está presente en su consejo de administración.
Sus fundadores, con Juan de Antonio a la cabeza, conservan un 25% del capital, en el que también están presentes el fondo de inversión Seaya Ventures –fundado por Beatriz González, hija del presidente de BBVA– y la plataforma estadounidense AngelList.
Su potencial llegada a la Bolsa es considerada como “un paso natural” en la evolución de la compañía, según reconocen estas fuentes, que apuntan que está esperando “al momento adecuado”. Si bien, no se descarta que la empresa pueda ser tanteada en este tiempo por un comprador. Y es que recientemente se ha especulado con un posible interés por parte de Lyft, principal competidor de Uber en EE UU.
El acercamiento de Cabify al mercado de capitales podría, de llegar a producirse, competir en plazos con el de Uber y la propia Lyft. Ambas compañías trabajan ya para debutar en el mercado a lo largo de 2019.
Durante 2017 Cabify aumentó sus ingresos en un 300%, hasta los 72 millones de euros, respecto al año anterior, si bien el año pasado cerró con unas pérdidas de 3,7 millones, que superaron los 3,5 del ejercicio previo. Según sus cuentas, prevé alcanzar un resultado neto positivo este año.
Cabify opera en España a través de la sociedad Maxi Mobility Spain, que a su vez depende de Cabify Mobility International con sede en Delaware y que es por su parte subsidiaria de Maxi Mobility. La localización de su matriz en el estado estadounidense de Delaware, conocido por su trato fiscal favorable para las empresas, aunque no está incluido en la lista de paraísos fiscales de España, ha impulsado a la empresa, al igual que otras startups, ha justificar su localización por la exigencia de los fondos de inversión estadounidenses a la hora de acudir a rondas de financiación. Con todo, fuentes cercanas a la compañía aseguran que “declara el 100% de sus ingresos en España” y que en 2017 abonaron al erario público 3,9 millones.
Las mismas fuentes inciden en que, entre todos los partners que tiene contratados, Cabify paga más de 40 millones en impuestos y superará en 2019 las contribuciones del sector del taxi.
Sobre la firma
Archivado En
- Cabify
- Taxis
- Apps
- Aplicaciones informáticas
- Capital riesgo
- Transporte urbano
- Crédito empresas
- Telefonía móvil multimedia
- Créditos
- Software
- Telefonía móvil
- Servicios bancarios
- Empresas
- Informática
- Tecnologías movilidad
- Telefonía
- Economía
- Banca
- Tecnología
- Telecomunicaciones
- Transporte
- Finanzas
- Comunicaciones
- Industria
- Ciencia