Armaduras, árboles o una licencia de taxi: las subastas de la Seguridad Social
La Administración intenta saldar la deuda con aplazamientos antes del embargo Para pujar hay que consignar entre el 25% y el 30% del precio tasado
La Seguridad Social dispone actualmente de más de 3.700 bienes muebles e inmuebles que sacará a subasta pública en los próximos meses. Se trata de viviendas, fincas rurales, solares, vehículos, embarcaciones o cualquier tipo de bien mueble que uno se pueda imaginar. Todos estos bienes han sido embargados a empresarios que no han cumplido con el pago de sus cotizaciones o las de sus empleados.
Antes de llegar al embargo de bienes, los técnicos de las Unidades de Recaudación de la Seguridad Social intentan todo lo posible para saldar la deuda con la negociación de aplazamientos para el cobro del saldo.
De hecho, si el empresario o autónomo no abona sus cotizaciones de forma voluntaria en el plazo previsto, la Seguridad Social inicia automáticamente el procedimiento de recaudación por vía ejecutiva. Este proceso solo puede pararse por dos vías: con la concesión de un aplazamiento o con la interposición de un recurso con el aval suficiente para cubrir la deuda con intereses y recargos. “Pero si no se consigue ninguna vía para parar el procedimiento recaudatorio, la Seguridad Social es implacable y llega el embargo”, explica el responsable de una gestoría madrileña acostumbrado a tramitar este tipo de procedimientos.
“Lo primero que se suele intentar es embargar las cuentas bancarias, porque es la vía más fácil de cobro, pero si así no se salda la deuda, se embargan los bienes”, añade este gestor.
El pasado año, la Seguridad Social obtuvo unos ingresos de 14,33 millones de euros por las subastas de los bienes inmuebles embargados y otros 5,89 millones por subastas de bienes muebles, según los datos de este organismo.
Dada la heterogeneidad de las actividades económicas que son objeto de estos embargos, los bienes muebles que se subastan pueden ser muy peculiares.
Así, entre los objetos que pueden encontrarse ahora mismo entre los bienes que saldrán a subasta en las distintas provincias españolas pueden encontrarse, por ejemplo, unas armaduras de hierro ornamentales tasadas en 200 euros y que forman parte de un lote valorado en 4.200 euros procedente del embargo de un bar y que cuenta también aparatos de aire acondicionado, máquina lavavasos, sillas, neveras, altavoces o un proyector, entre otros objetos que suelen estar en este tipo de establecimientos.
Según explican desde la Seguridad Social, “los bienes muebles pueden distribuirse en lotes si son de la misma naturaleza”. También pueden hacerse estos lotes, por los que se puja de forma conjunta sobre los bienes que los integran, aunque no sean de la misma naturaleza, “cuando se estime conveniente para obtener mayores facilidades para la concurrencia de licitadores”, precisa la normativa que regula estos procedimientos.
Los lotes formados por objetos de bares, restaurantes o comercios son los más comunes dentro de los bienes que suelen subastarse. Pero también se producen enajenaciones de otros bienes como los procedentes del embargo de un vivero en Cádiz. En este caso, el próximo 24 de octubre saldrán a subasta 12 lotes con distintas especies de árboles, con precios tipo que van desde los 3.040 euros de tres naranjos (Citrus sinensis) a los 127.985 euros de una partida de 143 palmeras (Arecastrum) de entre tres y cuatro metros de altura con cepellón.
A través de uno de estos procesos se puede acceder también a sendos lotes que se subastarán en Alicante con todo lo necesario para montar un laboratorio químico o uno biológico profesional, valorado como precio de referencia en 66.666 euros cada uno. Hay objetos tan dispares como un proyector de cemento para obra tasado en 47.187 euros que será subastado en Pontevedra o varios sillones dentales con un precio de salida de 4.296 euros, que podrán adquirirse en Cantabria el próximo 7 de noviembre.
Pero las subastas de bienes muebles no solo son objetos materiales, también se pueden encontrar distintos permisos de actividad, como la licencia de un taxi del Ayuntamiento de Santiago del Teide (Tenerife), que tiene un precio de valoración de 90.000 euros. O la licencia de actividad de un bar restaurante en el paseo Mare Nostrum de Barcelona, por un valor inicial de 745.800 euros, e incluso una marca de cervezas en Almería tasada en 414.724 euros.