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Olvide el Loira: viaje a la campiña de Mayenne

En busca de la tranquilidad del bosque y el encanto medieval Desde Laval, un recorrido rural salpicado de historia y arte naíf

Vistas del Vieux-Château de Laval.
Vistas del Vieux-Château de Laval.Javier Martínez Mansilla (Cinco Días)

Hay vida más allá del Loira, de Nantes y de Julio Verne. En la región de los Países del Loira, de los ríos, los castillos y de la costa salvaje, viajamos al norte en busca de la tranquilidad del bosque y el encanto de lo medieval para refrescarnos con un paseo donde el arte y la historia se camuflan entre una naturaleza que obliga a bajar el ritmo.

Amantes de lo slow, tomen nota, hemos llegado a la campiña de Mayenne.

Laval: exclusas y naífs

Erve, Colmont, Jouanne o Vicoin. Los valles del Mayenne se despliegan desde el noble río que lleva su nombre y que atraviesa este territorio de norte a sur bañando praderas y pequeñas colinas tan verdes como se pueda imaginar.

Siguiendo su curso, y sin apenas pensarlo, arribamos a la ciudad de Laval (51.000 habitantes), la capital del departamento que se asienta con elegancia sobre ambas orillas del río. Sus callejuelas aún muestran el esplendor de esta importante villa medieval del siglo XI, de pintorescas fachadas con entramado de madera y saledizos.

Museo dedicado al arte naíf, en el interior del Viejo Castillo.
Museo dedicado al arte naíf, en el interior del Viejo Castillo.Javier Martínez Mansilla (Cinco Días)

Este colorido laberinto le irá desvelando interesantes monumentos, como la catedral de la Santa Trinidad o la puerta Beucherese, de imponentes torres, en una de las cuales nació el pintor Henri Rousseau, principal exponente del arte naíf, que jugaría un importante papel en la ciudad.

El paseo Anne d’Alegre le guiará hasta el jardín botánico de la Perrine, elevado sobre una atalaya y las murallas de Laval. Descubra la gran variedad arbórea, la rosaleda o la réplica del Firecrest, el barco con el que el navegante Alain Gerbault dio la vuelta al mundo a vela en 1929, en este animado parque de estilo inglés.

Entre los tejados de pizarra, impera la silueta del Viejo Castillo (Vieux-Château), construido entre los siglos XI al XVI y flanqueado por un imponente torreón circular. Desde 1967 alberga el primer museo dedicado en exclusiva al arte naíf (entrada gratuita).

En este movimiento autodidacta, y en este museo, no mandan las reglas, solo el imaginario y creatividad de artistas como Henri Trouillard, Alain Lacoste o el mismo Rousseau, entre otros muchos pintores “ingenuos”.

Una vez desvelados los secretos del naíf y de Laval, seguiremos el espíritu Gerbault para explorar la zona de la mejor manera posible: navegando por el río Mayenne.

Travesía en barco por el río Mayenne, entre exclusas, bosques y pueblos.
Travesía en barco por el río Mayenne, entre exclusas, bosques y pueblos.Javier Martínez Mansilla (Cinco Días)

Rumbo sur, embarcamos frente al Vieux-Château para dejar atrás entre exclusas la basílica de Notre Dame d’Avesnières y surcar las tranquilas aguas del Mayenne en un barco con todas las comodidades y, lo mejor, capitaneado por nosotros mismos.

No necesita ser un lobo de mar (o de río), tan solo un pequeño curso introductor para navegar entre silenciosos bosques y pequeños pueblos dominados por chateaux. Desde 748 euros por semana (www.anjou-navigation.fr).

Esplendor en la hierba

Dejamos el barco para perdernos por los caminos de la campiña de Mayenne. Nuestra primera parada nos lleva tras los pasos de Robert Tatin, artista singular creador de un mundo escultórico insólito reflejado en el museo dedicado a su vida y obra, a media hora de Laval. Entrada: 6 euros.

En este espacio al aire libre (500 m2) Tatin pasó sus últimos años levantando esta monumental representación formada por gigantescas esculturas que propone un viaje evocador por la historia, la mitología y el arte.

El Museo Robert Tatin es pionero en el llamado “arte ambiental”.
El Museo Robert Tatin es pionero en el llamado “arte ambiental”.J. M. Mansilla (Cinco Días)

Al este de Laval, casi en la frontera con el departamento de Sarthe, acudimos al pueblo de Saint-Suzanne atraídos por la fama de una de las villas medievales más bonitas de Francia. Cuesta decepcionarse una vez que se sube hasta lo alto de la espectacular fortaleza (siglo XI) encaramada en un promontorio sobre el río Erve, rodeado por el bosque de Charnie y las colinas de Coëvrons.

En el castillo se encuentra el Centro de Interpretación de Mayenne (6 euros), donde se desarrollan diversas actividades ideales para niños. El recinto es accesible para personas con discapacidad.

Interior de la cueva de Margot.
Interior de la cueva de Margot.J. M. Mansilla (Cinco Días)

Escondido entre prados y campos de cereal se encuentra el valle de las cuevas de Saulges. Este espacio protegido por la Red Natura 2000, formado por el cañón del río Erve, conserva cuevas con pinturas rupestres y vestigios humanos de hace más de 25.000 años.

Visite las cuevas de Margot o Rochefort y el interesante Museo Prehistórico (4 euros), pruebe la escalada, el senderismo o el salmón al azafrán en la terraza del restaurante Le Canyon. Todos contentos.

Guía de viaje

Cómo ir. Air Nostrum vuela de Madrid a Nantes con siete frecuencias a la semana en un trayecto de 1 hora y 35 minutos. www.airnostrum.es.

Dónde dormir. En el Hotel Ermitage, en el centro de Saulges. Un apacible tres estrellas con fino restaurante, piano abierto al público y entorno pastoril. Desde 77 euros.

Dónde comer. Restaurante Le Canyon, (desde 15 euros) en el valle de las cuevas de Saulges. La gastronomía local, la prehistoria y la naturaleza se unen para hacer de este bistró un espléndido lugar para un almuerzo relax. El plato de aves de corral a la sidra o la ternera a la antigua también ayudan.

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