La exclusión del Dow Jones es el último de los problemas de General Electric
Puede que tenga que dejar ir algunas de las joyas de la corona, como los motores a reacción, la asistencia sanitaria o los servicios petrolíferos
Los problemas de General Electric son cada vez más obvios: va a ser excluido del índice Dow Jones. Fue una de las 12 integrantes originales seleccionadas por Charles Dow cuando en 1896, solo unos años después de que el laboratorio de Thomas Edison se fusionara con otras dos organizaciones para formar Edison General Electric. Es el último miembro fundador que queda, y no lo había abandonado desde 1907.
Durante el siglo siguiente, GE construyó el primer motor a reacción de EE UU, abasteció los hogares de electrodomésticos, y fue pionera en la comercialización de la tecnología de resonancia magnética. Bajo la dirección de Jack Welch, GE superó constantemente las expectativas de beneficios en las décadas de 1980 y 1990, y se convirtió brevemente en la empresa más valiosa del mundo.
Jeff Immelt la destetó de los objetivos de ganancias y de la ingeniería financiera, pero no logró encontrar una fórmula de crecimiento duradera. Desde que lo sustituyó el pasado agosto, John Flannery ha recortado drásticamente los dividendos, ha sufrido miles de millones de pérdidas por un negocio de reaseguros que el grupo abandonó hace más de una década, y ha dicho que no se puede descartar una división del grupo.
La salida del Dow es simplemente un reconocimiento tardío de esos profundos problemas. El año pasado sus acciones cayeron un 55%. Muy poco dinero de los inversores sigue el Dow, pero su exclusión puede cobrarse un peaje, de todos modos. Las acciones de AT&T han tenido un rendimiento inferior en 35 puntos al del S&P 500 desde que fue sustituida por Apple, hace tres años. Las acciones de GE cayeron algo más del 1% tras el cierre del martes, mientras que las de su sustituta, Walgreens Boots Alliance, ganaron más del 3%.
Es probable que se produzcan más eventos humillantes durante la dirección de Flannery. Puede que tenga que dejar ir algunas de las joyas de la corona, como los motores a reacción, la asistencia sanitaria o los servicios petrolíferos. Serían pasos dolorosos, pero quizá la expulsión del Dow facilite el camino para que GE intente recuperar al menos parte de su gloria perdida.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías.