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«Frankestein» traiciona a sus creadores

LADY MACBETH: Hasta el cuervo está ronco de graznar la fatídica entrada de Duncan bajo mis almenas. Venid a mí, espíritus que servís a propósitos de muerte, quitadme la ternura y llenadme de los pies a la cabeza de la más ciega crueldad. Espesadme la sangre, tapad toda entrada y acceso a la piedad para que ni pesar ni incitación al sentimiento quebranten mi fiero designio, ni intercedan entre él y su efecto. Venid a mis pechos de mujer y cambiad mi leche en hiel, espíritus del crimen, dondequiera que sirváis a la maldad en vuestra forma invisible. Ven, noche espesa, y envuélvete en el humo más oscuro del infierno para que mi puñal no vea la herida que hace ni el cielo asome por el manto de las sombras gritando: « ¡Alto, alto!»

Acto I. Escena V de la tragedia «Macbeth» de William Shakespeare.

«Tutto è finito!» del Acto I de la ópera «Macbeth» de Giuseppe Verdi

Macbeth

La tragedia de Shakespeare «Macbeth» es conocida principalmente por ser una reflexión sobre la ambición del poder. O, para ser más exactos, sobre cómo el ansia de poder puede llevar a la deslealtad y la traición.

La tragedia, que se basada en hechos reales acontecidos en el año 1040 cuando el rey de Escocia, Alba Duncan I, es asesinado por Macbeth y éste le sucede en el trono, no puede ser más de actual. En primer lugar, Shakespeare adaptó la historia libremente, y según le convino para agradar los intereses de su mecenas Jacobo V de Escocia. Lo que realmente ocurrió fue que Macbeth (nacido en la primera mitad del siglo XI, rey de Escocia desde 1040 y muerto en 1057) reestableció el orden sucesorio picto, de línea materna, y acabó con el desorden interno que Duncan I había ocasionado en el país. La oscura Lady Macbeth, en realidad era la destinada a suceder al rey Malcom II de Escocia cuando este muriese. El caso es que Malcolm II alteró las normas de sucesión al trono para que pudiese sentarse en él su propio nieto, Duncan I (la victima de los Macbeth en la tragedia de Shakespeare). Es cierto que MAcbeth mato a Duncan I pero fue para reestabler el orden de sucesión de los pictos, de línea materna, en lugar del gaélico tanistry, y acabó con el desorden interno que Duncan I había ocasionado en el país.

El PP sufre estos días una verdadera tragedia shakespeariana, que recuerda las ambiciones de la pareja de protagonistas de «Macbeth» y que acabaron con la vida de Duncan. Empezando por la dimisión de Mariano Rajoy, la reaparición de José María Aznar, las luchas entre la vicepresidenta Soraya Sainz de Santamaría y la ya exministra de defensa y Secretaria General del partido María Dolores de Cospedal y terminando por las declaraciones de Margallo sobre Sainz de Santamaría todo suena a «puñaladas por la espalda a punto de darse en algún momento».

Pero también hay una sensación de guerra y traiciones entre el PSOE y los partidos que apoyaron a su Secretario General a la Presidencia del Gobierno. Todos ellos se sienten traicionados por un equipo ministerial que no se compadece con la amalgama de sensibilidades que los definen a todos ellos.

La verdad es que esto último debería sorprendernos menos ya que la discrepancia entre lo que entre todos ellos desean/buscan es muy alta. El hecho de que «lo que odiaban» fuera mucho más fuerte, lo que explica su éxito, difícilmente podrá contribuir a su estabilidad. Más «puñaladas por la espalda a punto de darse en algún momento». «Frankestein» se “independiza” de sus creadores. ¿Ello es posible?. La historia la escribirá el vencedor y sus artistas.

Lady Macbeth

En esta tragedia, es especialmente fascinante el personaje de Lady Macbeth. Ella es quien induce a su esposo al asesinato del rey, es también quien lo remata en su lecho y, por último, quien intenta que su esposo no se arrepienta de los trágicos hechos que protagoniza. De hecho constantemente es el motor de la espiral de violencia que se necesita para sostener “el pecado original” del asesinato de Duncan. Si la obra hubiera sido solamente una reflexión sobre la ambición del poder, debería haberse llamado «Lady Macbeth» (o en último caso «Los Macbeth»). Siempre he pensado que la referencia únicamente a «Macbeth» en el título de la obra viene dado por el hecho de que este personaje es el que debe marcar la pauta de la obra.

MACBETH: Hablen, si es que pueden... ¿Qué es lo que son?

BRUJA PRIMERA: ¡Salud, Macbeth, salud para ti, barón de Glamis!

BRUJA SEGUNDA: ¡Salud, Macbeth, salud para ti, barón de Cawdor!

BRUJA TERCERA: ¡Salud, Macbeth, que serás rey!

Acto I. Escena III de «Macbeth» de W. Shakespeare.

En el carácter de Macbeth, hay un cambio gradual, pasando de ser un hombre bueno, noble, a ser un tirano cruel y despiadado, traidor a sus amigos y finalmente traicionado por sus amigos y los que habían sido fieles a él. Todas las condiciones mentales y psíquicas que mostró Macbeth a lo largo de la obra fueron consecuencia, en primer lugar, del vaticinio de las tres Brujas: la tentación de anticiparse al futuro (predicho por la brujas) , el no saber esperar su momento. Los vaticinios de las brujas sirvieron para que Lady Macbeth incitase a su esposo a cometer los crímenes. Parece un hecho menor, pero las brujas también tuvieron vaticinios para Banquo, su leal amigo. Sin embargo, éste no intentó realizar nada para que se cumplieran las profecías (quizás estuvo interesado en un principio). Macbeth también podría haberlo hecho.
¿Qué hubiera pasado si Macbeth no hubiera hecho nada tras los vaticinios?. Igual pudiera haber sido rey (¿?) y se hubiera evitado todos estos asesinatos. Es una especulación literaria mía, que me resulta muy atractiva. ¿La precipitación como mal consejera?

A partir del asesinato del Rey Duncan, incitado por Lady Macbeth, el estado anímico de Macbeth cambia profundamente. Duncan confiaba mucho en Macbeth, por lo que muy poco después de asesinarlo, Macbeth comienza a sentir remordimientos. Esto le sucede nuevamente después de morir Banquo, su mejor amigo, al que había mandado matar (junto con su hijo). A pesar de sentir remordimientos, Macbeth, cada vez que comete un acto como estos, se endurece más, llegando a perder casi completamente cualquier sensibilidad al terminar la obra. Hay casi un cambio de papales y sensibilidades entre Macbeth y su mujer.

El gabinete feminista de Pedro Sánchez: 11 mujeres y 6 hombres

En el equipo de Rajoy los egos más potentes lo protagonizaban dos mujeres: Soraya Sainz de Santamaría y María Dolores de Cospedal. Y la primera no dejó de ser un personaje de mucho poder en el gobierno. La imagen de ambas separadas por una silla vacía (la de otra mujer Cristina Cifuentes) sin mirarse a la cara, con gafas de sol e ignorándose, era la imagen más clara de lo que se cocía dentro del gobierno anterior y lo que finalmente acabaría por derribarlo.

Por otro lado, la formación del nuevo Gobierno no ha estado exento de dificultades de última hora para el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Las luchas de última hora de Margarita Robles, que acabó en Defensa tras rechazar Interior al saber que Dolores Delgado iba a Justicia, se resolvieron con la “adjudicación” de una competencia que deseaba: el control del Centro Nacional de Inteligencia (CNI).

«La luce langue, il faro spegnesi» del Acto II de la ópera «Macbeth» de Giuseppe Verdi.

Margarita Robles ambicionaba la vicepresidencia, entre otras cosas porque el estratégico ministerio de Presidencia llevaba consigo el control del CNI. Pero Pedro Sanchez se decantó por dárselo a Carmen Calvo. A Robles no le quedaba otra opción que aceptar (de hecho lo hizo) el desembarco en el ministerio del Interior. Sin embargo, en el último momento dio marcha atrás, al enterarse de que la fiscal Dolores Delgado, una estrecha colaboradora de Baltasar Garzón y con la que se lleva muy mal, iba a asumir la cartera de Justicia.

Fue en ese momento, en torno a las tres de la tarde del miércoles, y con la decisión ya tomada en Moncloa de que Constantino Méndez dirigiese Defensa, cuando Robles comunicó a Sánchez que no quería ir al ministerio del Interior. Todo se resolvió dándole el ministerio de Defensa a Robles (Constantino Méndez cayó de la lista de ministros) y cediéndole la competencia del CNI. Soraya Sainz de Santamaría controlaba el CNI en el anterior gobierno. Todo continua siendo en lucha, como en Lady Macbeth hace ahora casi mil años, entre mujeres. El orden de sucesión de los pictos que logro restablecer la paz en la corona escocesa del siglo XI (gracias a Macbeth).

«Perfidi! All'anglo contro me v'unite!» (recitativo) ... «Pietà, rispetto, amore» (aria)

Acto IV Escena III de «Macbeth» de Giuseppe Verdi.

El aria «Pietà, rispetto, amore» se encuentra el acto IV y último de la ópera «Macbeth» de Giuseppe Verdi. El drama del rey Macbeth y de su esposa está llegando al final. Lady Macbeth está a punto de morir, y el rey muestra sus dos facetas. Macbeth se lamenta de que ha perdido la piedad, el respeto y el amor de todos. Esta aria, viene precedida del recitativo que retrata perfectamente la psicología del personaje: Macbeth vive en constante contradicción. Por un lado se considera invencible (se jacta con la victoria final sobre los rebeldes) pero también está sumido en tremendos remordimientos. Ha sido siempre un pelele en manos de la ambiciosa Lady Macbeth.

Un gobierno formado eminentemente de mujeres no deja de ser un mensaje (muy positivo a la sociadad) para fomentar la paridad, pero bajo ningún concepto puede ser un mensaje de efectividad. Desgraciadamente una propiedad de los idiotas es que hacen idioteces, independiente de su género u orientación sexual.

En cualquier caso, en este gobierno lo que si hay es más «hombres floreros» que «mujeres flores» y eso si que es una verdadera revolución social.

Concertante final del Acto I de «Macbeth» de Giuseppe Verdi


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