Los financieros ganan peso en la dirección de las grandes telecos europeas
Vodafone apuesta por su jefe financiero como primer directivo Deutsche Telekom y Telefónica tienen una cúpula con este perfil
Vodafone sacudió el sector de las telecomunicaciones la pasada semana al anunciar la retirada en octubre de Vittorio Colao, consejero delegado desde hace diez años. Su sustituto será el director financiero del propio grupo británico, Nick Read, en el puesto desde hace cuatro años.
Con este cambio, las tres mayores operadoras europeas, Vodafone, Deutsche Telekom y Telefónica tienen al frente de las operaciones a sus antiguos responsables financieros.
En el caso del grupo español, su presidente ejecutivo desde 2016, José María Álvarez-Pallete, fue director financiero del grupo entre 1999 y 2002. No obstante, durante su trayectoria, y antes de ascender a la presidencia, estuvo al frente de las operaciones del grupo en Latinoamérica y Europa para ser después el consejero delegado. En esta línea de relevancia del mundo financiero, el pasado verano, Telefónica nombró consejero delegado a Ángel Vilá, máximo responsable financiero de la propia teleco desde el año 2011.
En el caso de Deutsche Telekom, Timotheus Höttges, su consejero delegado desde 2014, había ocupado con anterioridad, desde 2009, el puesto de director financiero del grupo germano. Höttges, renovado en el mes de febrero en su puesto por un periodo de cinco años, también había estado al frente del negocio de banda ancha y telefonía fija en la división germana de Deutsche Telekom.
El peso de los directivos de perfil financiero ha ganado relevancia en las operadoras de telecomunicaciones dada la creciente actividad corporativa así como las necesidades de las telecos para captar recursos para mantener el pulso en las inversiones o bien en la refinanciación de su deuda. Estos ejecutivos cuentan con un amplio conocimiento del mundo financiero, además de estar en una mejor disposición para contar con la confianza de la comunidad inversora.
Así, Nick Read, que se incorporó a Vodafone en 2001, va a tener que comandar el proceso de compra de las filiales de Liberty en Alemania, Hungría, Rumanía y República Checa, la mayor operación realizada por la compañía desde 2000, valorada en 18.400 millones de euros. Vodafone, que quiere obtener unas sinergias superiores a 6.000 millones, ampliará su actividad en los mercados para financiar la compra, con la emisión de nueva deuda, incluidos híbridos, además de bonos convertibles por 3.000 millones. Y todo en un escenario en el que se mantiene el pago de dividendos y los programas de recompra de acciones, además de mantener un rating en la deuda con un “sólido grado de inversión”.
A su vez, Höttges tiene como primera tarea la ejecución de la integración de T-Mobile USA, filial de Deutsche Telekom en EE UU, con su rival Sprint. Una operación valorada en 26.000 millones de dólares (unos 22.000 millones de euros), con la que el grupo germano busca reforzar su posición en este mercado. Además, Höttges deberá tener la deuda de la operadora bajo control. La operación en EE UU situará el ratio de apalancamiento de Deutsche Telekom por encima del rango entre 2 y 2,5 veces el Ebitda, si bien la operadora confía en volver a la “zona de confort” en 2021 gracias a la generación de caja en la filial estadounidense, de la que tendrá un 42% del capital.
Con respecto a Telefónica, la operadora ha registrado en los últimos tiempos una actividad financiera histórica, con el objetivo de reducir y refinanciar deuda, bajo los mandos de Pallete, Vilá, y la directora financiera desde el pasado verano, Laura Abasolo. Por ejemplo, en marzo pasado, la operadora indicó que en los 18 meses anteriores había refinanciado deuda por un importe total de 19.000 millones de euros, cifra que equivalía al 34% del endeudamiento total del grupo.
Stéphane Richard, presidente y consejero delegado de Orange, tiene un perfil diferente. Se incorporó a Orange en 2009 tras ser un alto cargo del Ministerio Economía de Francia. Con anterioridad fue director financiero de la antigua Compagnie Générale des Eaux (antecesora de Vivendi) y consejero delegado de Compagnie Immobilière Phénix y CEO de Veolia Transport.
Richard se convirtió en consejero delegado de Orange en 2011 y en febrero de este 2018, el consejo de administración decidió renovarle el contrato por un periodo de otros cuatro años. En este sentido, el ejecutivo ha consolidado la posición de España como segundo mercado de la operadora, además de lograr el retorno al crecimiento de la división francesa. Además, ha puesto en marcha el lanzamiento de Orange Bank, con el que aspira a revolucionar el sector.
Posibles cambios en el sector
En el conjunto de las operadoras europeas se han producido renovaciones recientemente y pueden producirse otras próximamente. Así, Amos Genish ha sido ratificado recientemente como consejero delegado de Telecom Italia, tras la pugna entre Vivendi y el fondo activista Elliot, que conllevó una amplia renovación del consejo de administración. Su tarea principal será la implantación del plan estratégico 2018-2020.
En la compañía donde hay una gran marejada es en BT. La firma británica anunció a principios de mayo que reducirá la plantilla en 13.000 personas, un 12% del total, tras incumplir los objetivos del pasado ejercicio y lanzar una previsiones por debajo de las estimaciones del mercado. El consejero delegado, Gavin Patterson, está en el centro de las miradas por los malos resultados, y en algunos medios se ha especulado con su posible salida.
La danesa TDC también está buscando nuevo máximo responsable tras el anuncio de su actual consejera delegada Pernille Erenbierg de que dejará la empresa a final de año. La renovación de la cúpula vendrá tras el cambio en el capital, finalizado el mes pasado, con la entrada de un consorcio formado el grupo australiano Macquarie y varios fondos de pensiones daneses.