Una startup de moda emplea a presas para su fase final de producción
La compañía, especializada en bolsos y complementos, da trabajo a reclusas del Centro Penitenciario de Aranjuez en la producción de los productos que luego vende online.
Empoderar a las mujeres en riesgo de exclusión social. Éste es el objetivo de la firma de bolsos de piel que han creado Eva Alonso y Gloria María Concha. Su startup utiliza a presas para la fase final de sus creaciones. Internas del módulo de madres del Centro Penitenciario de Aranjuez desempeñan la última fase de producción de los bolsos en el taller alojado en Ubrique.
La startup se llama Evana&Tía. La pequeña empresa que han creado tía y sobrina trabaja para ayudar a colectivos vulnerables. El primero de los grupos en riesgo de exclusión en los que se han centrado son las madres del Centro Penitenciario de Aranjuez, ubicado en Madrid. Allí mismo es donde la empresa ha ubicado su taller.
Presas que cobran salario
Para empoderar a estas mujeres Evana&Tía permite a las internas llevar a cabo la última fase de producción de los bolsos. Las mujeres que están presas en la cárcel no lo hacen gratis, sino que cobran un salario digno mientras desarrollan una tarea distinta a la que se les suele plantear dentro de la prisión.
Ayuda a madres y niños
El objetivo de esta acción, explican desde la propia firma, es que una vez las mujeres salgan de la cárcel tengan más facilidades para adaptarse al mercado laboral. Según la cofundadora de la firma, Eva Alonso, se pretende que estas mujeres continúen trabajando para ellas una vez hayan cumplido condena.
Las empresarias manifiestan que no es casual el hecho de haber empezado a trabajar en el módulo de madres. “De esta manera también estamos ayudando a los niños que han nacido en prisión y tienen menos oportunidades”, aseguran.
La idea de las fundadoras de la startup es que los objetivos de su empresa se puedan extender a otros colectivos. “Los patrones se han diseñado sin costuras para que sea posible el montaje del producto final en cualquier taller y con mujeres sin experiencia previa”, comentan. De esta manera sería más fácil que en cualquier taller se pudiera ensamblar un bolso.