Los cambios de compañía móvil superan los 54 millones desde 2008, más que habitantes
La portabilidad subió un 15% en 2017 hasta 6,51 millones cambios En la telefonía fija se mudaron 2,11 millones de líneas, un 21% más
La infidelidad de los usuarios españoles de telefonía móvil a sus proveedores del servicio se ha convertido en un fenómeno tradicional. Pocos usuarios permanecen leales con el paso de los años. Así, las portabilidades para el cambio de operador móvil sin perder el número superan los 54,67 millones de líneas en el mercado español a lo largo de la última década, una cifra que está por encima del parque total de conexiones celulares existentes en la actualidad, que al cierre del pasado mes de enero ascendía a 52,11 millones, según los datos incluidos por la Comisión Nacional de los Mercados y Competencia (CNMC) en su serie histórica.
Esta evolución, al menos en términos absolutos, podría implicar que todos los usuarios españoles habrían cambiado de operadora en este tiempo. Y es que la población residente en España ronda los 46,5 millones de habitantes. Actualmente, el ratio de penetración de la telefonía móvil es de 112 líneas por cada 100 habitantes, la cota más alta desde febrero del año 2012.
En términos generales, en 2017, la portabilidad móvil se aproximó a los 6,51 millones, cifra que equivale a cerca del 12,5% del parque total de líneas. Los cambios de operador aumentaron un 15,22% en relación a 2016, cuando se registraron 5,65 millones de movimientos.
Y 2018 ha empezado batiendo nuevos récords. En el mes de enero se superaron los 697.000 cambios de número, a un paso de los 700.000, la mayor cifra mensual de toda la serie histórica de portabilidad que elabora la CNMC. Esta cifra supondría que cada día, incluyendo los festivos, cambian de compañía más de 22.000 personas.
Según señalan fuentes del sector, no hay ningún sector económico con una tasa de rotación en el movimiento de los clientes como en la telefonía móvil. En este caso, la fuerte presión de la competencia con el lanzamiento de promociones y descuentos para atraer clientes estaría detrás de esta evolución. La operadora más destacada es MásMóvil que, tras la incorporación de Yoigo y Pepephone, no ha dejado de atraer usuarios de la competencia con sus ofertas convergentes fijo-móvil low cost a lo largo de los últimos meses.
Durante estos últimos años, los periodos con mayor competencia entre operadoras, y por lo tanto con mayores tasas de portabilidad destacan 2013 y 2014, previos al proceso de consolidación del sector de las telecomunicaciones en España que supuso las compras de Ono y Jazztel por parte de Vodafone y Orange, respectivamente- Tanto Ono como Jazztel registraron fuertes crecimientos en la telefonía móvil en los trimestres previos a su adquisición gracias a sus agresivas promociones.
Así, en 2013 hubo 6,76 millones de portabilidades móviles en España, hasta ahora récord histórico en un único ejercicio, por 6,21 millones en 2014, ejercicio en el que las operaciones corporativas se habían cerrado o estaban en proceso de ejecución. Posteriormente, en 2015 y 2016, estos movimientos se ralentizaron, hasta la citada aceleración registrada durante 2017.
Los cambios de operador se aceleraron con el progresivo agravamiento de la crisis económica en España, con su consiguiente impacto en el consumo. Las operadoras impulsaron las guerras de tarifas, acelerando el lanzamiento de ofertas, y los usuarios optaron por la búsqueda de los mejores precios del mercado.
Asimismo, la generalización a partir de 2012 de las ofertas convergentes fijo-móvil, con la inclusión de líneas adicionales, provocaron una agrupación de las líneas en los contratos de estos tipos de tarifas.
El aumento de la portabilidad tiene distintos impactos para las telecos. Supone un incremento de la competencia y además obliga a ampliar tanto su actividad comercial como de administración interna para hacer frente a la gestión de los propios cambios.
En este sentido, el endurecimiento de la competencia ya ha penalizado las cuentas de algunas operadoras. Por ejemplo, Vodafone ralentizó su crecimiento entre octubre y diciembre como consecuencia de la mayor actividad promocional por parte de la competencia.
La competencia entre operadores también se ha acentuado en la telefonía fija, según destacó la propia CNMC este mismo lunes. Así, la portabilidad entre operadoras ascendió en enero a 224.042 números fijos, con un aumento del 32,6% en relación al mismo mes del año anterior, y cerca de la cota máxima mensual.
En este sentido, en noviembre pasado se registró un récord histórico en este segmento, alcanzándose una transferencia de clientes entre operadoras de un total de 226.575 números fijos con un aumento del 37% respecto al mismo mes del año anterior.
En términos generales, la portabilidad en la telefonía fija durante el pasado año en España superó los 2,11 millones de números, un 21,2% más que en 2016, cuando se alcanzaron los 1,74 millones.
El prepago sigue su imparable declive
La telefonía móvil mantiene su progresivo cambio de perfil en el mercado español, con el imparable declive del prepago y el crecimiento de la fórmula de contrato. Así, al cierre de enero había en España 11,48 millones de líneas móviles de tarjeta, nuevo mínimo de la serie histórica que elabora la Comisión Nacional de los Mercados y Competencia (CNMC). En los últimos 12 meses se han desconectado más de 807.000 líneas de prepago.
Por el contrario, el móvil de contrato siguió con su avance, gracias a la generalización de las tarifas convergentes, con la incorporación de líneas celulares adicionales, que han contribuido a la desconexión en paralelo de conexiones de tarjeta. Así, enero cerró con 40,63 millones de líneas de postpago, nuevo récord en la serie histórica del mercado español de la CNMC y 1,76 millones más que un año antes.
En la actualidad, el prepago supone en torno a un 22% de las líneas móviles en el mercado español de las telecomunicaciones, frente a un 78% del segmento de contrato. Hace diez años, en enero de 2008, el prepago absorbía en torno al 42% de las líneas móviles en España, frente al 68% del postpago, según las estimaciones de la autoridad reguladora española.