La opa sobre Hispania, una muestra del músculo del mercado
El sector no solo ha recuperado vivacidad, sino también calidad en los activos
La opa del fondo estadounidense Blackstone sobre Hispania, anunciada el pasado jueves, constituye una muestra del atractivo que ha recobrado el mercado inmobiliario español. La oferta de compra del fondo estadounidense sobre el 100% de la socimi, a 17,45 euros por acción, asciende a 1.800 millones de euros, una operación condicionada a obtener más del 50% de los títulos y a recibir la autorización de Competencia. La opa, que es voluntaria y se desembolsará totalmente en efectivo, tiene algunos inconvenientes por despejar, como el hecho de que deja en el aire la planificada venta, por parte de Hispania, de su negocio residencial y de oficinas. El cortejo de Blackstone no es la única oferta que la socimi ha recibido en los últimos tiempos, lo que revela que el mercado inmobiliario en España no solo ha recuperado vivacidad, sino también calidad y solidez. Prueba de ello es la firmeza con la que ha superado la tormenta del procés de independencia en Cataluña, un foco de inestabilidad que no ha conseguido hacer mella en los buenos resultados del pasado ejercicio, que fueron un 45% mayores que el anterior, y por encima en algunos casos de las cifras anteriores a la crisis.
El montante de inversión de empresas y fondos alcanzó el año pasado un nuevo récord histórico al rozar casi los 14.000 millones de euros. Un balance que responde al perfil de un sector ya no en recuperación, sino a punto de iniciar un nuevo ciclo de expansión. Es cierto que en esa bonanza ha jugado un papel crucial el bajo precio del dinero en Europa, que ha converttido la inversión inmobiliaria en una opción muy atractiva, pero también ha influido el perfil de los jugadores del mercado, entre los que figuran socimis con activos valiosos, especialmente en oficinas y establecimientos comerciales y hoteleros. Las previsiones apuntan a que 2018 será el año en que las grandes socimis dejarán su papel esencialmente comprador para adoptar un perfil en el que las ventas de activos se convertirán en un atrayente cebo para un capital que ha recuperado el interés por España y la confianza.