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La amenaza de una guerra comercial entre EEUU y China

En un día festivo en media Europa, por ser lunes de Pascua, los mercados apenas han tenido actividad salvo en Asia en la madrugada y Wall Street en la tarde. La respuesta del gobierno chino a los aranceles sobre el acero y el aluminio de la Administración americana concentró buena parte de la atención de los operadores. El índice Nikkei japonés cayó ayer lunes un 0,31% (esta madrugada lo ha vuelto a hacer, esta vez en un 0,45%) y la bolsa de Shanghái cerró con una caída del 0,18% (esta madrugada cedió un 0,86%).

No obstante las mayores correcciones se produjeron en el momento en el que abría Wall Street. Los principales índices neoyorquinos han llegado a caer durante la sesión hasta un 3%, aunque al final ha logrado moderar su tono negativo al 2%. El S&P 500 perdía al cierre un 2,23% hasta los 2.581 puntos (cerrando por debajo de la media móvil de 200 sesiones) y el índice Dow Jones bajaba un 1,9%, hasta 23.644 puntos, en lo que es el segundo cierre por debajo de los mínimos de febrero (el anterior fue el 23 de marzo en los 23.533,20).

Por último, el Nasdaq cayó un 2,74% hasta los 6.870. El índice tecnológico acumula una caída del 9,46% desde su máximo del 12 de marzo pasado (7.588,32). Este ha sido el único índice importante de Wall Street que ha logrado marcar un nuevo máximo histórico tras las fuertes caídas de principios de febrero. Aún así, el Nasdaq concentra los principales problemas del mercado que no son más que las acciones de Facebook, Amazon y Tesla. La primera por la perspectiva de una mayor regulación, tras la recientemente detectada fuga de datos personales de sus usuarios (-2,75%) arrastrando consigo a otros valores como Twitter (-3,3%). La segunda (Amazon) cede un 5,2% por las recientes declaraciones de Donald Trump en su contra, utilizando (ironías de la vida) su cuenta de Twitter y la última (Tesla), ante las fuertes dudas que se ciernen sobre su viabilidad económico/financiera y sus recientes problemas de producción, llegó a desplomarse más de un 8% en la sesión de ayer.

El único dato económico de relevancia se produjo en la mañana y fue el PMI manufacturero de China del mes de marzo que elabora la consultora británica IHS Markit en colaboración con la publicación Caixin. El PMI manufacturero cayó hasta los 51 puntos desde los 51,6 de febrero. El dato decepciona al registrar su peor nivel en cuatro meses, posiblemente afectado por la creciente tensión comercial con los EE.UU. Los subíndices de producción como el de número de pedidos nuevos descendieron al nivel más bajo desde noviembre, mientras que el de empleo lo hizo al nivel más bajo desde el pasado agosto, con las empresas teniendo que realizar recortes pese al frenazo reciente de los precios y de los costes, que crecieron en marzo al menor ritmo de los últimos nueve meses. Por contra, la visión a futuro mejoró de manera notable. En concreto, la confianza de los directivos chinos encuestados avanzó hasta su nivel más alto en los últimos doce meses un año apoyado por las previsiones de mayores inversiones y mejores condiciones para el mercado.

También la consultora Markit publicó su PMI manufacturero para la economía americana: alcanzó en marzo sus máximos de tres años tras subir hasta los 55,6 puntos desde los 55,3 de la lectura anterior. No obstante, en el mercado persiste la preocupación sobre la amenaza de una guerra comercial entre EEUU y China. Este "argumento" parece tener todas la papeletas para ser la gran excusa para que la REALIDAD se haga presente.

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