Bruselas endurece el control de las cédulas hipotecarias en la UE
La CE aprueba un proyecto de directiva que armoniza los requisitos de los bonos garantizados La norma ofrece una "etiqueta europea" para estimular la inversión transfronteriza
La Comisión Europea ha aprobado este lunes un proyecto de directiva que por primera vez armoniza a nivel comunitario los requisitos que deben cumplir las emisiones de bonos garantizados, conocidos en España como cédulas hipotecarias. El organismo europeo también ha aprobado un proyecto de Reglamento que endurece las condiciones para que ese tipo de títulos disfruten de un tratamiento más favorable en las normas sobre requisitos de capital.
La reforma inquieta al sector financiero, que prefería un planteamiento basado en la autorregulación para facilitar la innovación en un tipo de emisiones que, según la banca, opera con éxito e, incluso, superó sin ningún problema la crisis financiera.
La CE reconoce que el mercado europeo de bonos garantizados se ha desarrollado sin problemas y copa el 84% del mercado mundial, según datos del Consejo Europeo de Bonos Garantizados (ECBC, según sus siglas en inglés). Desde su creación, los bonos garantizados nunca han sufrido un impago, ni siquiera durante la debacle de 2008.
Aun así, Bruselas considera que la falta de armonización genera incoherencias en el mercado, porque en cada país se otorga la etiqueta de garantizado a bonos que responden a diferentes características.
En la mayoría de los países, los bonos se encuentran respaldados por colaterales hipotecarios, como en España. Pero en algunos, como Alemania, Holanda o Chipre, se incluyen préstamos a navieras. Y en otros, incluida España, se están desarrollando nuevas versiones, que incluyen como respaldo préstamos a la exportación.
Bruselas quiere controlar ese desarrollo. Y a falta de la tramitación legislativa (en Parlamento Europeo y Consejo de Ministros de la UE), la Comisión ya da por excluida como colateral del bono garantizado la financiación a las pequeñas y medianas empresas y la de infraestructuras, por estimar que son demasiado arriesgadas.
La CE cree, además, que el mercado se encuentra excesivamente concentrado en solo cinco países (Alemania, Dinamarca Francia, España y Suecia), que suponen el 75% del mercado europeo, y que los flujos transfronterizos de inversión se encuentran relativamente limitados.
El proyecto de directiva busca garantizar que todos los bonos garantizados responden a las mismas características e impulsar la emisión de esos títulos en los países de la UE donde están menos implantados.
La directiva armoniza la definición de bono garantizado, establece las características que debe cumplir (de liquidez, transparencia y, sobre todo, la doble garantía, por parte de la entidad emisora y de un pool de activos de respaldo) y fija las medidas de control por parte de los supervisores.
La norma también crea una "etiqueta europea de bono garantizado" y fijas las condiciones para poder utilizarla.
Fondos de inversión
La reforma se enmarca dentro del plan de la Comisión para crear un Mercado único de capitales, que integre el sector financiero de todos los socios de la UE. El vicepresidente económico de la CE, Valdis Dombrovskis, ha señalado este lunes que "para tener un mercado único en 2019 tenemos que avanzar en tres direcciones: etiquetas y pasaportes europeos para productos financieros; armonización y simplificación de las normas para ampliar los mercados y una vigilancia más uniforme y eficaz".
Como parte de ese plan, la Comisión también ha aprobado este lunes un proyecto de Reglamento que armoniza las normas y comisiones de los fondos de inversión. Y un proyecto de Directiva para fijar las condiciones en que un fondo de inversión podrá comercializarse fuera del país de procedencia.
2,1 billones de euros en juego
Los bonos garantizados o cédulas hipotecarias son un producto genuinamente europeo, hasta el punto de que los títulos emitidos en la UE suponen más del 80% del mercado mundial. La banca europea tiene en circulación títulos por valor de 2,1 billones de euros sobre un total global de 2,5 billones, según datos de ECBC.
El volumen ha crecido de manera constante, incluso durante la crisis financiera. Entre 2003 y 2012, el mercado europeo de bonos garantizados pasó de 1,5 billones de euros a 2,8 billones.
Alemania es el principal mercado, con 384.000 millones de euros, casi igualado con Dinamarca (383.000 millones) y seguido por Francia (323.000 millones), España (281.000 millones) y Suecia (222.000 millones).
Casi el 80% de los bonos están garantizados con activos hipotecarios; el 20%, por deuda pública, aunque ese porcentaje descendió durante la crisis de la deuda soberana en la zona euro; y apenas el 0,5% por préstamos a navieras, según datos de ECBC citados por la Autoridad Bancaria Europea (EBA).