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El Banco de Japón tendrá que lidiar con los cambios en Europa y EE UU

La reelección de Haruhiko Kuroda como gobernador reduce las posibilidades de grandes cambios en la política monetaria

Haruhiko Kuroda, gobernador del Banco de Japón.
Haruhiko Kuroda, gobernador del Banco de Japón.REUTERS

Puede ser difícil seguir cuando todos tus pares se retiran. Es el caso de Haruhiko Kuroda, que volverá a ser nombrado gobernador del Banco de Japón. Su continuidad contrasta con el cambio de guardia en EE UU y Europa y reduce las posibilidades de grandes cambios en la política monetaria de Tokio. Pero se enfrentará a algunos retos difíciles.

La nominación de Kuroda el viernes, por el primer ministro, Shinzo Abe, era esperada en general, sobre todo porque Kuroda es un aliado vital del proyecto del Gobierno para estimular el crecimiento y generar inflación. Al ser alguien conocido, tranquiliza a los mercados. Kuroda pronto será el único veterano de la era de la “política de tipos cero”.

Su designación es una señal de que Abe está en general satisfecho con la política actual: compra de grandes cantidades de bonos, compras más pequeñas de acciones, tipos negativos a corto plazo y objetivo de mantener los rendimientos de los bonos a 10 años cerca de cero. Parece haber pocas posibilidades de que las compras de activos se reduzcan demasiado a corto plazo.

Kuroda parece reacio a seguir experimentando. En concreto, ha descartado comprar deuda soberana directamente y mantenerla para siempre. Dicho esto, nombrar como uno de sus dos adjuntos a Masazumi Wakatabe, un académico partidario de más flexibilización monetaria, podría ayudar a llevar el banco hacia una política aún más suave.

Pase lo que pase, Kuroda tendrá que lidiar con los cambios en el extranjero. Las políticas más restrictivas de EE UU y Europa elevarán los rendimientos de sus bonos, que podrían arrastrar a los japoneses. La voluntad de Kuroda se vería a prueba, forzándole a comprar enormes cantidades de deuda a 10 años o a elevar sus objetivos de rendimiento.

La lentitud del avance de Japón hacia su objetivo de inflación del 2% supone más problemas. Mantener la política de tipos cero deja poco margen a Kuroda para amortiguar el golpe, en caso de una nueva crisis económica o financiera. Pero si las cosas van relativamente bien, solo será un problema para su sucesor.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías.

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